Superada la primera mitad de agosto, que marca el ecuador del verano, la evolución del mercado laboral continúa su mejoría a pesar de la pandemia. Si los datos de julio ya fueron buenos ―más de 19 millones y medio de afiliados de media y casi 200.000 parados menos que en junio―, las cifras que maneja el Ministerio de Seguridad Social pronostican un agosto de récord.
Según ha trasladado este martes el titular del departamento, José Luis Escrivá, el octavo mes del año cerrará con un nuevo incremento de afiliación (unas 80.000 personas más), consolidándose así como el cuarto mes consecutivo al alza. “[Esta creación de empleo] permitirá recuperar los niveles previos a la pandemia”, ha escrito el ministro en un mensaje en Twitter.
“Continúa el dinamismo del empleo y agosto terminará con un fuerte crecimiento de 80.000 afiliados. Será el cuarto mes consecutivo de creación de empleo y permitirá recuperar los niveles previos a la pandemia”, ha señalado Escrivá a través de su cuenta personal de Twitter. Los datos del ministerio ―según el avance experimental de afiliación quincenal― pronostican, en términos desestacionalizados, 19.480.000 afiliados, lo que superaría los 19.400.000 registrados en julio. Ese mes acabó, en términos absolutos, con la cifra de afiliación más alta de la historia, pero en términos desestacionalizados, que es el método que el ministerio privilegia en su seguimiento y que resulta de eliminar ciertos efectos estacionales sobre el cálculo, la afiliación estaba todavía a 79.000 personas de alcanzar su máximo histórico de febrero de 2020. De confirmarse el dato avanzado este martes, agosto se equipararía con el último mes antes de la llegada del coronavirus a España.
Las causas que explican este rebote son las mismas que se esconden tras el de los meses anteriores: el regreso de la actividad a los principales vectores de creación de empleo. Según las tablas que ha trasladado Seguridad Social, Educación (+2,4%), Hostelería (+1,8%) y Construcción (+1,4%) copan los aumentos más significativos y se destacan entre los demás sectores. La mejoría es generalizada en todos los sectores. Las principales actividades del Régimen General (excluidos los sistemas especial agrario y empleados del hogar) y del Régimen de Trabajadores Autónomos (RETA) también ganarán afiliados respecto al cierre de julio. “Los datos acumulados desde el inicio del tercer trimestre son también mejores que los de años anteriores (que fueron años de crecimiento del empleo). El diferencial sobre la última semana de junio es positivo (+22.000) frente a lo que ocurría en los años previos a la pandemia”, ha ampliado Escrivá.
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Remontan Baleares y Canarias
Los datos más halagüeños, y los que esconden la verdadera dimensión de la recuperación, son los referentes a los trabajadores que todavía permanecen cobijados bajo un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). En este apartado también hay buenas noticias: por primera vez hay menos de 200.000 personas en suspensión total.
Aunque la presencia de este salvavidas está garantizada hasta el 30 de septiembre ―y todas las manifestaciones realizadas desde el Gobierno apuntan hacia una nueva prórroga si fuera necesario―, el buen ritmo de vacunación sumado al incremento de la actividad que se produce tradicionalmente en verano han motivado el regreso de muchos empleados. Según datos del ministerio, a 13 de agosto 286.000 personas estaban en ERTE ―45.000 menos que el último día de julio―, de las cuales 86.850 estaban suspendidas parcialmente y 199.150 de forma total. Comparando este resultado con el pico más elevado de la tercera ola que se registró en febrero, ya han salido del ERTE más de 600.000 personas. No obstante, queda por ver qué efecto tiene el fin de la campaña de verano sobre el empleo en la hostelería.
Por sectores, la fabricación de vehículos (-42%), el transporte aéreo (-30%), los servicios de alojamiento (-22%); y las comidas y bebidas (-11%) han experimentado un mayor recorte de trabajadores en ERTE durante agosto. Por territorios, aquellas comunidades más entregadas al turismo son las que concentran la recuperación: Baleares (-22,7%, lo que supone 5.394 trabajadores menos), Canarias (-18,1% y 8.920 trabajadores menos) y la Comunidad Valenciana con una reducción del 16,3% y 3.923 personas.