El Gobierno propone una prestación para los fijos discontinuos que salgan del ERTE



Una trabajadora de la hostelería, este miércoles en la protesta del sector en Madrid.Marta Fernández Jara / EL PAÍSEl sector hostelero se queda sin oxígeno. Esta es la metáfora empleada por propietarios de tabernas, restaurantes y locales de copas durante la protesta de este miércoles en Madrid, muy gráfica de la cruda realidad que atraviesan. Alrededor del 20% no ha reabierto tras el confinamiento, según las patronales, y se avecina una oleada de cierres si no hay ayudas. El hilo de aire con el que sobreviven es demasiado fino y muchas están a un pequeño empujón de caer.“Nos estamos quedando sin fuelle. Tiramos de ahorros y patrimonio personal, pero se está agotando. Han sido seis meses pagando y cero ingresos”, explica Lola Creagh, propietaria de la cervecería Los Gatos, en el Barrio de Las Letras, en Madrid. Ese pequeño soplo de aire que los mantiene con vida, según opina Creagh, son los ERTE. Ella tenía ocho empleados y ahora solo dos. El resto están en un expediente de regulación temporal de empleo. “Si no continúan, probablemente muchos tendremos que cerrar porque estamos al límite”, reconoce. Esa es una de las razones por las que estuvo este miércoles en la protesta ante el Palacio de Cibeles para reclamar más apoyo a las Administraciones (desde el Gobierno central hasta las corporaciones locales) y que se deje de culpar al sector como foco de contagios.Los convocantes de la concentración fueron la patronal Hostelería de España, Hostelería de Madrid, Plataforma por el Ocio, España de Noche y más de 50 organizaciones provinciales. Estos inciden en que una de las razones de la protesta es “la excesiva culpabilización del sector, que se materializa en continuas restricciones sin ningún tipo de medidas compensatorias”. Aunque no es la única, ya que la petición de medidas concretas para a recuperar la demanda, así como ayudas directas a las empresas también estuvieron presentes.Entre los más afectados del sector se encuentran los negocios de ocio nocturno. Tanto por la estigmatización de que son un foco de contagio como por las restricciones que se les impone, lo que prácticamente les impide volver a andar. “Se nos hace pagar al colectivo por lo que hacen mal unos pocos”, repiten al unísono propietarios y trabajadores de estos locales. La organización España de Noche recordó además durante la protesta que no existe evidencia de que los locales de ocio sean factor de riesgo de contagio de coronavirus. El problema es que cuando algún negocio concreto lo hace mal, resultan imágenes muy dañinas para el conjunto. “Nosotros realizamos todas las medidas de seguridad. Cumplimos a rajatabla. Lo que pasa que pagamos por lo que hacen otros”, coincide la dueña de la cervecería Los Gatos.José Luis Yzuel, presidente de la patronal Hostelería de España, insistió durante la concentración en el tremendo golpe que supone esta crisis sobre el tejido productivo y el empleo. “40.000 persianas han cerrado definitivamente y 400.000 empleos han desaparecido en nuestro sector. Basta de improvisación, necesitamos una mejora fiscal, una bajada del IVA”, reclamó Yzuel.Entre los empresarios, tanto los de hostelería como los del ocio nocturno, alertan de las graves consecuencias para los negocios de estar seis meses en blanco o casi. Ejemplo de ello es el bar Preciados 38, cuyo propietario, Félix Malaquez, ve la situación cada vez más difícil. “He acumulado mucha deuda estos meses y puede llegar el momento en el que haya que cerrar”, reconoce.Medidas concretasJuan José Blardony, director de Hostelería de Madrid, destacó asimismo la necesidad de medidas concretas, como la extensión de las terrazas municipales, recuperar horarios más amplios, peatonalización de las vías públicas y la recuperación de los centros de las ciudades como destinos turísticos, entre otros.Ante esta tesitura en la que muchos negocios se tambalean, los convocantes recogieron una serie de medidas que podrían ayudarles a salir del agujero. Entre ellas destaca la puesta en marcha de medidas de apoyo higiénico-sanitarias, la ampliación de los ERTE hasta marzo de 2021, apoyo a las empresas del sector con recursos a fondo perdido y la ampliación de dos años en los periodos de carencia de la financiación recibida por la covid, así como bonificaciones fiscales. Por último, el manifiesto recoge asimismo una serie de propuestas que estimulen la demanda, muy afectada por la caída del turismo: bonos a las familias, reducción temporal del IVA en la hostelería y un plan estratégico de la gastronomía.Mientras se buscan soluciones, los negocios viven al día con una gran incertidumbre sobre qué pasará mañana y cuál será su situación. La amenaza del cierre es permanente. “Me planteé no reabrir tras el confinamiento. Lo hice porque vivo de esto, aunque si la situación no mejora tendré que plantearme cerrar. Los hosteleros somos muy luchadores y lo vamos a intentar, pero necesitamos que alguien nos dé la mano y nos ayude. Esto es una llamada de socorro, porque estamos en peligro”, zanja Creagh.Información sobre el coronavirus- Aquí puede seguir la última hora sobre la evolución de la pandemia- Así evoluciona la curva del coronavirus en España y en cada autonomía- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus- Guía de actuación ante la enfermedad- En caso de tener síntomas, estos son los teléfonos que se han habilitado en cada comunidad- Pinche aquí para suscribirse a la newsletter diaria sobre la pandemia


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