El Gobierno vasco da por finalizadas las labores de búsqueda en el vertedero de Zaldibar sin hallar a Joaquín Beltrán

El dispositivo de búsqueda en el vertedero de Zaldibar el pasado mes de febrero.
El dispositivo de búsqueda en el vertedero de Zaldibar el pasado mes de febrero.Ertzaintza / EFE

El Gobierno vasco ha dado por finalizadas las labores de búsqueda de Joaquín Beltrán en el vertedero de Zaldibar (Bizkaia) sin que se haya podido encontrar el cuerpo de trabajador sepultado en el derrumbe ocurrido en febrero del año pasado. En el suceso falleció otro compañero, Alberto Sololuze, cuyos restos sí fueron recuperados.

El vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, y la consejera de Desarrollo Económico, Medio Ambiente y Sostenibilidad, Arantxa Tapia, han comparecido este viernes en una rueda de prensa para dar a conocer esta decisión, en la que han expresado sus condolencias y su solidaridad a la familia de Joaquín Beltrán.

Un informe técnico aportado hoy por el Gobierno vasco apunta a la “energía mecánica” del desprendimiento y a los “procesos químicos” registrados en el vertedero como posibles motivos de que el cuerpo de este operario no haya podido ser localizado. Erkoreka ha explicado que las altas temperaturas, superiores a los 70 grados en algunas zonas del vertedero, podrían haber contribuido a la “descomposición de los restos” e impedido su localización. El informe también alude a la “incertidumbre” sobre el lugar exacto en el que se encontraba Beltrán en el momento del desprendimiento. El consejero de Seguridad ha precisado que estos factores pudieron no resultar determinantes en el caso de Sololuce porque este, al parecer, se encontraba protegido en una caseta del vertedero en el momento del derrumbe.

Las labores de búsqueda de los dos operarios sepultados dieron frutos el pasado 16 de agosto, cuando se localizaron unos restos óseos. Las pruebas de ADN confirmaron pocos días después que pertenecían a uno de ellos, Alberto Sololuze. Los trabajos han continuado durante los meses siguientes, pero ya sin éxito. El cuerpo de su compañero, Joaquín Beltrán, continúa bajo los escombros tras haberse rastrillado 450.000 metros cúbicos de tierra. Cuando se cumplió el primer aniversario del derrumbe las familias de los fallecidos reclamaron que no se detuviera la búsqueda de Joaquín Beltrán (de 51 años y residente en Zalla, Bizkaia). “No queremos llevar flores a un vertedero. Necesitamos traerlo de vuelta a casa con nosotros”, aseguraron entonces.

A finales de abril se comenzó a inspeccionar la última de las zonas donde el Gobierno vasco pensaba que se podía hallar el cuerpo, pero en esa zona tampoco se ha hallado ninguna evidencia. La familia de Beltrán ya ha recibido la comunicación oficial de la decisión de cesar las labores de búsqueda 15 meses después del desastre. El lehendakari, Iñigo Urkullu, fue quien este jueves por la tarde mantuvo un encuentro con los más cercanos de Beltrán para comunicarles personalmente que los trabajos habían acabado.

En el operativo han trabajado a diario entre 80 y 100 profesionales, según ha informado la consejera Tapia, quien ha citado a técnicos de Emergencias y diferentes unidades especializadas de la Ertzaintza y la policía científica, el grupo de búsqueda de caninos, la brigada móvil e incluso controladores de drones. Además de dirigir la búsqueda de los trabajadores sepultados, el Gobierno vasco se ha hecho cargo de forma subsidiaria las tareas de estabilización del vertedero porque la empresa Verter Recycling no era “capaz de asumir” estos trabajos. Tapia ha afirmado que cuando concluya la estabilización del vertedero, la compañía tendrá que realizar el sellado final de la instalación y afrontar el coste total de los trabajos, que por el momento alcanzan los 21 millones de euros.

Un juzgado de Durango mantiene abierta una causa judicial con dos vertientes por este siniestro. Se investiga, por un lado, un posible delito medioambiental y, por otro, si los responsables de la empresa que gestionaba el vertedero, Verter Recycling, cometieron un delito de homicidio imprudente por el derrumbe del 6 de febrero de 2020.

La Comisión Europea, por su parte, no ha observado infracciones de la legislación medioambiental comunitaria por parte de las autoridades vascas en el vertedero, según comunicó el pasado febrero en respuesta a la petición de una plataforma y una organización ecologista.

Verter Recycling, propietaria del vertedero de Zaldibar, ha expresado su “enorme pena” porque no se haya podido recuperar su cuerpo de Beltrán. En un comunicado difundido tras conocerse el fin de la búsqueda de su cuerpo, ha transmitido “el dolor de todos los integrantes de la empresa por el fallecimiento de nuestros compañeros Alberto Sololuce (cuyos restos fueron encontrados en agosto) y Joaquín”. “No nos imaginamos nada comparable al inmenso dolor que albergarán hoy sus familiares y amigos. A pesar de que entendemos que no habrá consuelo para ellos, haremos todo lo que esté a nuestro alcance para darles el apoyo necesario en estos momentos tan difíciles”, ha asegurado la empresa responsable del vertedero.

La decisión de acabar con el plan de búsqueda del operario desaparecido ha provocado una cascada de reacciones políticas de los partidos de la oposición, que se han mostrado críticas con la gestión del Gobierno vasco (PNV-PSE). El parlamentario de EH Bildu Mikel Otero ha afirmado que en el caso del vertedero de Zaldibar la exigencia y búsqueda de responsabilidades políticas no está cerrada y que van a analizar si ponen en marcha una comisión de investigación en la Cámara vasca que en su día no activaron porque se seguía con la búsqueda de los cuerpos.

El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, ha lamentado que el Gobierno vasco haya decidido “dejar sepultado” a Beltrán, y ha añadido: “El mito de la buena gestión del PNV está enterrado en el vertedero de Zaldibar”, ha denunciado. La portavoz parlamentaria de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi, ha afirmado que se deben depurar de manera urgente responsabilidades penales y políticas por este asunto.


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