El gobierno catalán aseguró ayer que las salas de conciertos abrirán el próximo lunes, tal y como anunció a mediados de semana, a pesar de que el Diario Oficial de la Generalitat (DOGC) publicó por la mañana la resolución del plan de desescalada, que lo prohibía expresamente. Fuentes del ejecutivo catalán atribuyeron a un “error” la publicación en la resolución del DOGC y explicaron que en las próximas horas se subsanaría mediante una modificación de la misma que hará posible que las salas de concierto sí puedan reabrir el lunes. La medida fue totalmente inesperada para la asociación de salas, Associació de Sales de Concerts de Catalunya (ASACC) que la calificó como de “error o malentendido”, como así ha sido.
Desde el Departamento de Cultura de Àngels Ponsa aseguraron ayer que desde que se conoció la no inclusión de las salas de conciertos que permitían a cines, teatros y auditorios, reabrir al 50% con un máximo de aforo de 500 personas, se pidió subsanar el error: “El tema de los conciertos no tendría que haber estado en duda en ningún momento. Ha sido un error y se ha pedido que se rectifique. Están en ello los servicios jurídicos”, explicaron a media tarde desde la consejería. La corrección llevará a publicar una enmienda a la resolución del Procicat que permitirá la apertura de estas salas, consideradas durante estos meses como ocio nocturno. La reapertura acabará con ocho meses de persianas bajadas en este sector, su paralización y una crisis económica generalizada con perdidas millonarias.
Lo que no cambiará y habrá que esperar 15 días más, hasta la siguiente fase de desescalada, es que todas estas actividades culturales no se podrán realizar los fines de semana fuera de los municipios donde se reside.
Por otra parte, responsables de discotecas y de locales del ocio nocturno han convertido la plaza de Catalunya de Barcelona en una enorme discoteca como media de protesta para haber quedado excluidos del plan de reanudación del Govern. La Plataforma Somos Ocio Nocturno ha montado un enorme escenario con luces y música y ha delimitado en el suelo parcelas para que los participantes, grupos burbujas, pudieran bailar sin entrar en contacto con otros grupos. El problema ha sido muchos curiosos se han acercado atraídos por la música y han incumplido las medidas de seguridad establecidas.
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