El domingo caótico que vivió el circuito de Albert Park sigue coleando. Los organizadores del Gran Premio de Australia indicaron este lunes que investigan la invasión de pista por parte de aficionados antes del fin de la carrera.
Un grupo de aficionados logró eludir las protecciones de seguridad y colocarse a escasos metros del asfalto mientras los coches todavía circulaban a gran velocidad durante la cita del domingo, según las imágenes publicadas en los medios australianos.
Andrew Westacott, director de Australian Grand Prix Corporation -organizador del evento-, declaró que revisan las cámaras de seguridad del circuito para entender qué falló en el protocolo cuando la carrera aún no había terminado oficialmente.
“Hay una pequeña cantidad de personas que pueden ingresan a la pista después de que la carrera concluya (…) Los espectadores (que saltaron antes de tiempo a pista) habían roto una de las líneas (de seguridad), todavía no sabemos cómo ocurrió“, precisó Westacott al canal público ABC.
Los organizadores se reunieron anoche “hasta altas horas” con los representantes de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), que regula el mundial de Formula Uno y otras competiciones, y se comprometieron a realizar “una investigación muy exhaustiva”.
“Tenemos muchas cámaras de seguridad y una gran cantidad de material que analizar durante las próximas dos semanas (…) El automovilismo es peligroso, podría haber sido horrible” de ocurrir un accidente, remarcó el australiano.
Además de los aficionados a pie de pista, ubicados en la primera curva tras la línea de meta y justo cuando los bólidos cruzaban la bandera a cuadros, otros seguidores escalaron las vallas de seguridad, apunta ABC.
“Algunos espectadores pudieron llegar al auto No. 27, el Hass del alemán Nico Hulkenberg, que estaba estacionado en la salida de la curva 2 y que aún tenía su luz roja intermitente“, una señal de alerta sobre las condiciones de inseguridad por posibles descargas eléctricas, según el informe de los comisarios de carrera.
“Las medidas de seguridad y los protocolos que se esperaban para el evento no se aplicaron, lo que resultó en un entorno inseguro para los espectadores, pilotos y oficiales de carrera”, subrayaron los comisarios.