Las autoridades sanitarias alemanas anunciaron este lunes que el Gran Premio de Eifel, previsto para el próximo 11 de octubre en el circuito de Nürburgring (oeste del país), podrá acoger hasta 20.000 espectadores pese a la pandemia y ya se ha iniciado la venta de entradas. Será el segundo GP de F1 con público después de que en Mugello se abrieran las puertas por primera vez este 2020 a un limitado número de fans.
El municipio de Ahrweiler tomó esta decisión tras estudiar el plan sanitario presentado por la administradora del circuito, Nürburgring 1927 GmbH & Co. KG, y en base a la norma regional que permite público en los acontecimientos deportivos con hasta un 20 % de la capacidad total del recinto.
Así el alemán Sebastian Vettel tendrá la oportunidad de correr en casa y despedirse de sus seguidores locales en su último año con Ferrari.
El proyecto contempla cómo minimizar el contacto entre los espectadores, la gestión de los flujos de personas y medidas especiales para evitar contagios, entre las que se incluye la prohibición de la venta y consumo de alcohol en el recinto.
Las entradas se venderán solamente a través de internet, serán personalizadas (los habitantes de zonas consideradas de riesgo no podrán adquirir entradas) e incluirán el asiento concreto para cada espectador, de tal forma que se puedan rastrear los contactos posteriormente.
Además, según la organización, se venderán por bloques y con previa autorización municipal, de tal forma que se pueda limitar aún más el número de plazas disponibles dependiendo de la evolución de la pandemia en la región los próximos días.
Las autoridades locales advirtieron que es una condición imprescindible que hasta la celebración de la carrera no se produzcan incidentes relevantes relativos a la pandemia y que las infraestructuras del circuito cumplan con las medidas de distanciamiento y seguridad.
Este año no estaba previsto un Gran Premio en Alemania, pero por la pandemia se han suspendido las carreras previstas en Estados Unidos, Canadá, Brasil, China, Singapur y Japón. En Alemania se tanteó primero a los propietarios del Hockenheimring, pero no se logró alcanzar un acuerdo.
Hacía siete años que no se celebraba un gran premio de Fórmula 1 en Nürburgring.
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