Mikel
Merino apunta a titular hoy con la selección española Sub-21 en el último partido de la fase de grupos de la Eurocopa. Fue suplente en el primer partido, pero se ganó la titularidad en el segundo y aspira a mantenerla ante Polonia, a quien el conjunto español necesita golear para seguir vivo.
Un empate o una derrota pondría fin para él a una temporada que le deja un gran sabor de boca tanto en lo deportivo como en lo personal. El navarro está a punto de despedir la que puede decirse que ha sido su mejor campaña desde que se fue de Osasuna.
En Donostia, el jugador pamplonica ha vuelto a sentirse importante, ha disputado 29 partidos y sólo las lesiones le han impedido ser de la partida para Garitano primero y para Imanol
Alguacil, después. En la Real ha encontrado de nuevo su hábitat ideal, el lugar idóneo para desplegar de nuevo su fútbol y para, después de no pasarlo demasiado bien en Dortmund y Newcastle, volver a disfrutar.
Y Mikel
Merino lo ha hecho tanto dentro como fuera del campo. El jugador de Iruñea ha estado feliz en la capital guipuzcoana y en el vestuario. Donostia, ciudad que conocía perfectamente, le ha cautivado y por su cabeza sólo pasa seguir aquí el próximo curso.
Obviamente se ha revalorizado. Ha sido un jugador seguido por los grandes clubs desde que jugaba en las categorías inferiores de Osasuna. Eso no ha cambiado ahora y en el Consejo de Administración de la Real existe cierto temor a que pudiera llegar alguna oferta importante por él. De hecho, Noticias de Gipuzkoa publicaba hace escasas fechas que el Barcelona sigue los pasos del navarro de cara al futuro.
Pero tanto el futbolista como su entorno tienen claro que lo mejor para su progresión es un segundo año en Donostia y por ahora no ha habido ningún acercamiento al centrocampista por parte de ningún club. Tampoco la Real ha entablado conversación alguna de cara a mejorarle el contrato. El jugador tiene una cláusula de rescisión de 40 millones que durante los tres últimos años de vinculación pasará a 45 ‘kilos’.
El Europeo favorece a la Real
El Campeonato de Europa Sub-21, por el momento, no está siendo positivo para la selección española, lo que beneficia a los intereses del club txuri urdin. Por ahora ningún jugador del combinado estatal está destacando y, mientras esto sea así, seguirá la calma en torno a Merino, Zubeldia y Oyarzabal.
En el propio club son conscientes de que la repercusión de un Europeo Sub-21 puede causar estragos. Cosa distinta sería si España superara la fase de grupos y avanzara hasta la final con alguno de los jugadores blanquiazules como estrellas del equipo. Entonces podrían hacerse realidad los temores y revolverse el avispero en torno a los internacionales
Source link