El Espanyol tiene un gran tesoro en su equipo A de categoría alevín. El equipo que dirige Marc Olivet, subcampeón de la Promises de Orlando, guarda un gran secreto para conseguir el éxito y es que ocho de sus doce integrantes llevan juntos desde prebenjamines, si bien los cuatro restantes también forman parte de su plantilla desde hace años. Son una familia que se hace querer por todos, especialmente estos días en tierras norteamericanas, donde se les ha visto congeniar con los chavales de otros clubs.
La gran generación perica la integran los porteros Thiago y Joan, que se suman a los Biel, Arnau, Minguk Lee, Ferran, Hugo Chacón y Gerard Solsona. Todos ellos se conocen desde hace mucho tiempo y han cohesionado un grupo temido y admirado a partes iguales. Además, Nil Lozano, Hugo Vizcaíno, Pol Sabadí y Daehan, hermano gemelo de Minguk, se unieron a un Espanyol que esta temporada ha brillado con luz propia ganando su liga (Grupo 2 de Preferente Catalana), la Copa Catalunya y el MIC, perdiendo únicamente tres partidos (dos contra el Barça y uno contra el Manresa).
“Son un grupo espectacular, sobre todo porque se llevan muy bien fuera del campo. Son todos muy buenos amigos”, resalta Olivet. “El bloque está hecho desde hace tiempo y los que llegaron más tarde se integraron de maravilla. Es uno de los grandes secretos de este equipo”, añade el técnico del Espanyol, a quien le brillan los ojos de emoción al hablar de sus pupilos.
El curso que viene todos ellos cambian de categoría y darán el salto a fútbol 11, por lo que se añadirán algunos futbolistas más que se integrarán a un grupo humano excepcional. La ‘familia’ crecerá y los acogerán con los brazos abiertos.