El Granada prepara el partido del próximo sábado en Los Cármenes ante el Lugo, en el que está obligado a ganar para seguir en la pelea por el ascenso directo a LaLiga Santander, con cinco bajas entre jugadores lesionados y sancionados.
El equipo se acerca a un final de temporada dramático, en el que solo un punto le separa del ascenso directo, mientras que solo cuatro le alejan de quedarse fuera de lo play-offs. Las cinco primeras posiciones están separadas tan solo por 7 puntos, lo que avecina unas últimas jornadas de infarto.
El conjunto dirigido por Paco López se ejercitó este jueves a puerta cerrada en su ciudad deportiva antes de completar la preparación del choque con la sesión prevista para el viernes por la tarde en el escenario del partido.
El técnico no pudo contar en el entrenamiento, según las imágenes mostradas por la entidad, con el portero Raúl Fernández, el defensa Raúl Torrente, el medio ofensivo Rubén Rochina y el delantero Jorge Molina, todos lesionados.
Los tres últimos sufren problemas físicos de larga duración, mientras que Raúl Fernández arrastra una lesión en la zona costal que ya le obligó a perderse el pasado partido contra el Alavés.
A estas cuatro bajas seguras para el partido ante el Lugo se une la del medio Sergio Ruiz, expulsado por doble tarjeta amarilla en la pasada jornada y que tendrá que cumplir un encuentro de sanción.
Los que llevan toda la semana trabajando con total normalidad son los defensas Ricard Sánchez y Erick Cabaco tras recuperarse de sendas lesiones musculares.
Ambos estuvieron ya citados para el anterior choque en Vitoria pero no jugaron y ahora tienen opciones ante el Lugo de volver a contar con minutos tras su lesión, especialmente en el caso de Ricard.