El Granada vence a un Eibar que se acerca al precipicio

La montaña que tiene que escalar el Eibar para seguir en Primera División cada vez es más alta. No consiguen ganar los vascos y, a medida que avanza el calendario, el infierno de Segunda se asoma por el retrovisor. En Granada, los de Mendilibar volvieron a probar el amargo sabor de la derrota y ya van 16 malos tragos en 31 partidos.

Soldado con un doblete y Antonio Puertas hicieron los goles para los de Diego Martínez que quieren volver a conseguir el pasaporte europeo y repetir su ‘Erasmus’ particular después de la gran experiencia de este curso. Kike García recortó distancias pero su gol se quedó en nada.

La edad es una actitud

El partido comenzó igualado. El Eibar es el colista, sí, pero no lo es por falta de carácter pues siempre pelea los partidos independientemente de quien sea el rival. Sin embargo, el que ayer tenía enfrente era el Granada, uno de los que mejor nada en las aguas de la competición. Y pronto lo demostró.

Granada-Eibar, en imágenes

A los 20 minutos, y después de una breve revisión del VAR, Roberto Soldado abrió el marcador y volvió a cerrar algunas bocas críticas. Una vez más, el delantero de 35 años demostró que la edad es solo un número, que lo que importa es la actitud y de eso al ‘9’ le sobra. Recibió un pase de Puertas y, tras girarse, abrió fuego hacia la escuadra izquierda de Dmitrovic.

Obligado a responder, el Eibar se lanzó al ataque pero sin éxito. Bryan Gil lo intentaba pero se chocaba contra un muro y Puertas, aprovechando un despiste general de la defensa armera, hizo el segundo con un disparo desde fuera del área que desvió Atienza con muy mala pata.

Con las botas puestas

Tras el descanso, Mendilibar agitó el árbol con su pizarra dando entrada a Pedro León y, después de que el murciano perdonara una ocasión clarísima, el gol terminó cayendo gracias a un gran movimiento de Kike García dentro del área. El ‘inteligentísimo’ delantero se revolvió ante Vallejo para clavar el balón en la escuadra y recortar distancias. Quedaba algo menos de media hora pero había esperanza.

Entonces el Granada, poco amigo de las sorpresas, se empleó con ahínco (y con acierto) en cerrar el partido y lo hizo con otro gol de Soldado. Decimotercera muesca en su revólver esta temporada. Ya para las estadísticas quedó el gol de Kennedy que aprovechó un fallo grosero de Cote para hacer el cuarto que cerró la cuenta y abrió aún más la herida de un Eibar que se acerca al precipicio.

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