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El Hall of Fame encumbra a Kobe, Garnett y Duncan en una emotiva gala

Kobe Bryant, Tim Duncan y Kevin Garnett ya están entre los más grandes. El Basketball Hall of Fame, el salón de la fama del baloncesto, encumbró ayer a tres de los máximos exponentes del universo NBA durante este siglo XXI. En una gala cargada de emotividad, el recuerdo y las palabras de cariño fueron los protagonistas.

Kobe Bryant fue el gran ausente de la gala, fallecido hace poco más de un año en aquel trágico accidente de helicóptero. Sus compañeros de “graduación”, Tim y Kevin, se encargaron de tenerle siempre presente. Las palabras de cariño entre los homenajeados se sucedieron durante toda la noche.

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Garnett fue el primero en recibir los honores. El mítico pívot recordó su llegada a la liga, su crecimiento en Minnesota y cómo, después, Boston le convirtió en un hombre. En su discurso quiso acordarse de sus rivales, especialmente Duncan y Bryant, por haberle hecho mejor jugador y persona.

A falta de Bryant, su familia fue la que más homenajes recibió. El viernes fue su hija Natalia la que recibió la chaqueta que se le entrega al protagonista. Ella, junto a su madre Vanessa, posó con la placa que acredita a Kobe como uno de los más grandes de todos los tiempos.

En una liga plagada de estrellas, estas tres estuvieron entre las tres que más brillaron en su generación. Y lo hicieron, casi siempre, con luz propia. Títulos, galardones y noches épicas se repartieron equitativamente entre tres de los mejores jugadores que ha visto la NBA.

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Tras Garnett, y después de otros protagonistas de la noche, le tocó el turno a Tim Duncan. Sobrio, como siempre, pero conocedor de que la ocasión merecía la pena. Su legado en la liga, al frente de una de las mayores dinastías jamás vistas, es imborrable.

No obstante, el gran reclamo de la noche era Kobe Bryant. El baloncesto se rindió a su leyenda en una ceremonia histórica. La deuda saldada con el jugador, haciéndole hueco entre los más grandes delante de su familia.


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