El Madrid se salvó por los pelos de entrar en una situación crítica en la Champions. Los de Zidane estuvieron contra las cuerdas después de recibir dos golpes en el mentón que les propinó el hijo de un ex culé. Marcus, vástago de Lilian Thuram, un campeón del mundo con Francia que defendió la camiseta del Barça entre 2006 y 2008, vivió a sus 23 años la noche más grande de su todavía corta carrera deportiva con un doblete que no pudo terminar de celebrarse por todo lo alto en las filas germanas por la reacción ‘in extremis’ de los merengues, con un tanto de Benzema en el 87’ y otro de Casemiro en el 93’. El Real, sufriendo lo indecible, pudo rescatar un punto, el primero que suma en esta fase de grupos en dos jornadas disputadas, pero que le mantiene como farolillo rojo.
Marcus Thuram, un portento físico de 192 centímetros no exento de calidad técnica, ‘retrató’ a un Madrid que llegaba rearmado de moral y confianza después de su polémico 1-3 en el Clásico del Camp Nou.
Resucitan viejos fantasmas
Marcus, que dio sus primeros pasos futbolísticos en la cantera del FC Barcelona, con nueve años, hizo revivir al Real Madrid esos viejos fantasmas en Alemania que ya parecían totalmente enterrados en los últimos años. Nacido en Parma antes de que su padre se proclamara campeón del mundo en 1998, fue el mejor con diferencia del partido durante los 71 minutos que estuvo en el campo. Golpeó primero al equipo de Zidane con una impecable definición de primeras y lo mandó a la lona al ‘cazar’ un rechace de Courtois.
Casi 35 años después de sufrir una dolorosa eliminación en el Santiago Bernabéu en la antigua Copa de la UEFA, donde el Borussia de Mönchengladbah encajó un increíble 4-0 tras humillar en la ida a los blancos con un 5-1, ‘Los Potros’ se desbocaron ante un Madrid al que estuvieron cerca de devolverle otra goleada que al final quedó en un empate agónico de los merengues, que, de momento, siguen vivos en Europa con mucha más pena que gloria.
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