Paco Sanz, conocido como el hombre de los 2.000 tumores, ha aceptado una pena de dos años de cárcel tras reconocer que estafó a miles de personas al simular una enfermedad terminal. El acusado, que ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía al inicio del juicio que ha comenzado este lunes, logró recaudar más de 264.780 euros de personas, entre ellas varios famosos, que creían estar contribuyendo a sufragar un tratamiento experimental en Estados Unidos. Según la investigación policial, destinó este dinero a compras, viajes y hasta un crucero.
Al comienzo del juicio, en la Audiencia Provincial de Madrid, la defensa de Paco Sanz ―Francisco José Sanz González de Martos― y el ministerio público han negociado y llegado a un acuerdo en lo relativo a la pena, aunque no en lo referido a la responsabilidad civil sobre cada uno de los afectados, por lo que el proceso continúa. Así, la Fiscalía ha rebajado su petición de prisión de seis años de cárcel a dos más una multa de 2.600 euros (nueve meses, a razón de ocho euros diarios), mientras que la pena para Lucía Carmona, la entonces novia de Sanz, será de un año y nueve meses en vez de tres años. También estaba acusada la madre de Sanz, María del Carmen González, como responsable a título lucrativo. El padre estaba procesado, pero falleció en mayo pasado. En el juicio se dirimirá únicamente la posible responsabilidad civil de los procesados. Las acusaciones se han adherido a la petición del ministerio fiscal.
A Sanz se le diagnosticó el síndrome de Cowden en 2009, que es una enfermedad genética rara, responsable de causar múltiples tumores no cancerosos en varias partes del cuerpo, sin ningún riesgo vital inminente. El fiscal relata que el acusado, fingiendo que le quedaban escasos meses de vida, consiguió recaudar en siete años 264.780 euros pidiendo ayudas económicas a través de las redes sociales y en medios de comunicación para tratar de conseguir un tratamiento experimental en Estados Unidos. El acusado, que percibía una pensión por incapacidad absoluta de 745,99 euros, urdió un plan para obtener un lucro patrimonial ilícito entre los años 2010 y febrero de 2017. Con mensajes como ’’hago todo lo posible por salvar mi vida y la única opción experimental está en Estados Unidos. Gracias a personas como tú, voy a poder seguir con el tratamiento, quizá curarme, o incluso puede que se encuentre una cura que pueda ayudar a otros”, consiguió conmover a miles de personas, incluidos el humorista José Mota o el presentador de televisión Jorge Javier Vázquez, que contribuyeron a difundir su causa.
Sanz ha llegado sobre las 9.45 a los juzgados junto a su letrado, sin hacer declaraciones a la prensa, con la mirada perdida y visiblemente desorientado. Ha dicho al tribunal que para curar su enfermedad, viajó entre 10 y 12 veces a Estados Unidos para que le realizaran un ensayo clínico que no tenía costes médicos. Estos viajes tenían un coste de entre 6.000 y 8.000 euros por desplazamiento y, debido a su escasa pensión, tuvo que pedir ayuda. “De familiares y amigos recibí entre 8.000 y 10.000 euros, pero no sé cuanto dinero recibí por parte de terceras personas”, ha reconocido. También recibió 500 euros por un libro que se publicó sobre su enfermedad.
El procesado solo ha respondido a las preguntas de su letrado, aunque sí ha contestado al abogado de su expareja para dejar claro que ella “no sabía nada”. Por su parte Lucía Carmona ha declarado que conoció a Sanz en 2014 y, aunque por aquel entones no se habían visto en persona, le ayudó a recaudar el dinero para que pudiese curarse. Cuando comenzaron una relación en 2017, Paco abrió una cuenta bancaria en Valencia de la que Carmona era titular pero, según su relato, ella tan solo la utilizó en cuatro ocasiones para transferirse 200 euros en cada operación, pero porque era dinero suyo. “No toqué ni un céntimo del dinero de las donaciones”, ha recalcado, y ha confesado que no supo nada más de esa cuenta que manejaba su pareja. Carmona ha precisado que debido a que ella vivía en Sevilla y él en Valencia, tan solo pudieron verse en cuatro ocasiones.
A la salida de los juzgados ni Sanz ni Carmona han hecho declaraciones, pero el letrado de esta, Alberto Martín, ha insistido en que es “inocente” y solo han aceptado el acuerdo “para eliminar riesgos”, por “responsabilidad”. El abogado ha explicado que hay partes que pueden solicitar hasta 27 años al tratarse de un delito de estafa continuada, y que con la pena acordada, su clienta no va a entrar en prisión. Martín ha defendido que Carmona, que tenía 17 años cuando conoció a Paco Sanz, es una “víctima”, que “siempre actuó de buena fe” al creer lo que él le decía porque estaba absolutamente enamorada.
Con el objetivo de dar más difusión a su supuesta condición, Sanz contactó con diversos actores y presentadores de televisión, como el humorista Santi Rodríguez, quien organizó una gala benéfica en Valencia el 30 de mayo de 2013, evento en el cual se llegó a recaudar 3.000 euros en entradas. Ese mismo año el escritor Miguel Hervás Abad publicó el libro Paco Sanz, una vida de sueños, una vida de lucha, con el prólogo y el epílogo redactados por el youtuber Auronplay y el exdeportista profesional Pedro García Aguado, respectivamente. Las ventas del libro ascendieron a 2.184 euros, con 364 ejemplares vendidos.
Bajo el pretexto de financiar el supuesto tratamiento, creó en 2010 una página web en la que exageraba los síntomas de su enfermedad, afirmando que sufría un “cáncer genético”, o que le quedaban “escasos meses de vida”. En dicha página web, colgaba mensajes del tipo “me avergüenza pedir dinero”. Daba incluso la posibilidad de que se le donase dinero mediante el envío de un SMS solidario con un coste de 1,45 euros al número 25600 con la Palabra Paco, o también la posibilidad de donarle cantidades a través de su cuenta de PayPal.
Durante la investigación, la policía que se incautó de 17 vídeos en los que se veía cómo el acusado se burlaba de sus donantes. Las personas estafadas le ingresaban el dinero mayoritariamente por transferencia bancaria. Sanz fue detenido en La Pobla de Vallbona (Valencia) ante sospecha de estafa, blanqueo de capitales y apropiación indebida. En algunas escenas descartadas de la grabación, Sanz aparece bromeando con el “oxígeno de la hucha”, en referencia a las donaciones que percibía, o jugando con una sonda hospitalaria con su madre bailando en el fondo.
El juicio continuará este martes, con la declaración como testigos del exjugador de waterpolo Pedro García Aguado, conocido por el programa televisivo Hermano mayor; el humorista Santi Rodríguez; el escritor Alejandro Ruiz Hurtado, autor del libro Así cayó Paco Sanz, el actor Ignacio Guerreros y el fotógrafo Roberto Pedro Roca, entre otros. Han renunciado a las testificales los cantantes Ramón Melendi y Charo Reina, los presentadores de televisión Risto Mejide y Dani Mateo, el youtuber Auronplay y el futbolista del Cádiz Álvaro Negredo, sin perjuicio de las indemnizaciones y otros efectos de la sentencia que les pudieran corresponder.
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