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El hundimiento de Trae Young

El hundimiento de Trae Young

El último tiro de la eliminatoria para Trae Young fue un triple apresurado ante la presión de un defensor aproximándose para taparle el tiro liberado. El lanzamiento rebotó en el lateral del tablero cuando todavía faltaban dos minutos y 42 segundos para el término del quinto y definitivo partido de la serie de primera ronda que los Miami Heat se llevaron por 97-94 con una gran exhibición defensiva. Los Atlanta Hawks, después de ser Finalistas de Conferencia el curso pasado, se despidieron sin apenas oponer resistencia al mejor clasificado del Este esta temporada.

Los nervios y las prisas, también la fatiga física, fastidiaron a Young a lo largo de la serie. El factor que más le desestabilizó, según él mismo reconoció tras la eliminación, fue la estricta defensa de los floridenses sobre su figura.

“Son un gran equipo defensivo”, explicó la estrella de Atlanta ante los medios. “Su equipo es más un sistema que no los jugadores dispuestos sobre la pista. Da igual quien juegue, pueden hacerlo muy bien”. El eléctrico base se quedó sin energía en la eliminatoria y tuvo un notable bajón de rendimiento respecto a sus números de la temporada regular y del play-in, cuando metió miedo eliminando de la contienda a los Hornets y a los Cavaliers con promedios de 31 puntos y 10 asistencias en el torneo de acceso a los playoffs.

“Tiene a un tipo al que quieren defender y quitar de en medio. Hacen un gran trabajo haciendo exactamente eso”, valoró el jugador de 23 años, que cerró anoche su cuarta campaña como profesional en la NBA, en la que ha promediado 28,4 puntos, 3,7 rebotes y 9,7 asistencias en temporada regular.

En los playoffs, la historia ha sido muy distinta. Young ha bajado su promedio anotador, el cuarto mejor del curso, a tan solo 15,4 puntos por partido. Se trata del segundo mayor regresión estadística en los últimos 25 años de competición. El base ha acumulado más pérdidas de balón (30) que canastas anotadas (22) en toda la eliminatoria, con unos porcentajes nefastos del 31,9% en tiros de campo y un 18,4% en triples.

La defensa de Miami cercó al jugador con cambios constantes y poniendo a sus mejores hombres contra él. En una sola posesión, por ejemplo, PJ Tucker le persiguió desde el saque de fondo hasta cambiar de marca con Bam Adebayo tras un intento de bloque y continuación. En el siguiente bloqueo, en la misma jugada, Jimmy Butler también cubrió otra situación de bloqueo con cambio directo forzando al base a pasar y abandonar su amenaza con el balón.

Young, un jugador acostumbrado a tener la pelota y a repartir juego, también se vio muchos ratos sin la posesión y terminó la serie con 6 asistencias de promedio, una cifra muy inferior a sus 9,7 pases de canasta, el tercer mejor registro en la temporada regular de la NBA. En el quinto partido, a pesar de no contar con Kyle Lowry ni Jimmy Butler, dos pesos pesados en el vestuario, los Heat lograron machacar sin piedad al base y a su equipo.

La defensa se centró en Young pero no obvió al resto de jugadores. La última jugada de Trae fue mala, pero la de su equipo tampoco escapó del mérito defensivo del conjunto de Erik Spoelstra. Con 5,2 segundos en el casillero, Danilo Gallinari recibió para intentar el triple del empate pero se vio sin opciones de lanzar a canasta y terminó perdiendo el balón para subrayar la proeza defensiva del oponente.

Atlanta encara un verano complicado

Los Hawks desembolsaron un dineral en 2021 después de su magnífico viaje de postemporada (300 millones en nuevo contratos) que les dejó a dos partidos de las Finales de la NBA. Este curso han despertado del sueño, más allá de que las lesiones les han ayudado a ello. El descalabro en estos playoffs tiene varias lecturas, aunque la más importante es la fragilidad defensiva de un equipo incapaz de contrarrestar la poca colaboración atrás de su jugador franquicia.

Con él sobre la pista, Atlanta recibe 115 puntos cada 100 posesiones, mientras que sin él el número mejora a 108. Con su alineación tipo sobre la pista, con Trae Young, Bogdan Bogdanovic, Kevin Huerter, John Collins y Clint Capela sobre la pista, los Hawks registraron un balance de 8 victorias y una sola derrota en temporada regular. Los dos últimos jugadores no pudieron participar al 100% de condiciones físicas en la eliminatoria contra los Heat, otro revés que lastró las opciones del equipo.

Ocho jugadores tienen contrato garantizado para la próxima campaña, y Danilo Gallinari está en la cuerda floja si el dueño del equipo, Tony Ressler, no quiere pagar la tasa de lujo de la competición, algo que no ha hecho desde su llegada en 2015. Atlanta tendrá un desembolso en salarios estimado en 158 millones de dólares, 11 millones superior al límite salarial de la liga. Eso conllevaría una multa de 19 millones adicionales para las arcas de la franquicia de Georgia.

El veterano italiano aporta mucho al equipo, pero soltar su salario de 21 millones es la única solución financiera si los Hawks no quiere soltar pasta. Otra decisión que no podrán tomar, probablemente, es la de pagar más y mejor a De’Andre Hunter, el único jugador que dio la talla en el quinto partido de la eliminatoria contra los Heat. El número 4 del Draft de 2019 será elegible para una extensión de contrato, pero probablemente esperará un año más ante la difícil situación financiera y deportiva que encaran.

El curso que viene deberán esperar más salud y un mejor rendimiento defensivo si quieren alcanzar nuevas metas.




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