Los castillos son espectaculares edificaciones que se convierten en grandes atractivos turísticos, sobre todo cuando están rodeados de naturaleza o de cualquier otro factor que hace que sean realmente especiales y merezca la pena visitarlos, aunque únicamente por su arquitectura sin duda ya merece la pena hacerlo. Te mostramos un espectacular castillo de la Edad Media que está muy cerquita de Madrid y que es ideal para hacer una escapada y dejarte envolver por su magia.
Así es el Castillo de Molina de Aragón, a un paso de Madrid
Este espectacular castillo fue el lugar en el que se centró el Señorío de Molina, casi una nación independiente de Castilla y Aragón, un lugar mágico rodeado por una muralla, una fortaleza del siglo XII que construyó Manrique de Lara, primer señor de Molina. Se construyó sobre el existente castillo árabe, el cual se había construido sobre un castro celtíbero anterior.
El acceso se realiza por la Puerta del Reloj, una parte de la muralla que lo rodea y que da lugar a un espacio tan amplio que podría albergar una ciudad medieval y que en el siglo XIII albergó un barrio entero, cuando doña Blanca Alfonso era señora de Molina. Allí están los restos de la iglesia de Santa María del Collado, una edificación religiosa románica que apenas se ve en el suelo y en las basas de las columnas.
En cuanto al castillo, conocido como Castillo de Don Manrique, se accede por una puerta con arco apuntado, con defensas que sobresalen para protegerla y donde también se ve un balcón superior de madera. Las torres tienen tres plantas, con grandes ventanales y comunicadas por escaleras metálicas. En las paredes se puede ver restos de decoración y escritos de soldados que ocuparon la fortaleza en diferentes épocas.
Si quieres visitar este precioso castillo de Molina de Aragón es recomendable contactar con la oficina de turismo en el teléfono 949832098 o en la dirección email: [email protected]. La oficina tiene un horario de 10h a 14h y de 16h a 19h de lunes a domingo en verano y de lunes a domingo mañana invierno. Si te decides a visitar este precioso castillo verás también la ciudad de Molina, que creció a los pies de su castillo y en la que se conserva su judería, un barrio de la morería, un puente románico y varias casas-palacio que hace siglos lucieron en su mayor esplendor.
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