Bajo una fina pero constante lluvia y un leve viento que dejaron una matinal desapacible en el Renato Dall’Ara, Bolonia e Inter de Milán no exhibieron su mejor fútbol. El campo, lento y pesado, no ayudó a que el partido tuviera ritmo y las ocasiones escasearon. No fue hasta el 76′ que Orsolini decidió para los locales un partido igualado que deja el Scudetto en manos del Nápoles. La brecha con el líder es, ya, infinita.
Después de 12 minutos para olvidar, empezaron a ocurrir cosas. Primero, el Bolonia pidió penalti por una posible mano de Brozovic en el área que Daniele Orsato no pitó y, segundos después, marcó Musa Barrow de chut cruzado con la zurda en la primera ocasión local. Sin embargo, había fuera de juego posicional de Nico Domínguez y el italiano anuló el gol. El Bolonia siguió apretando y se le negó una doble ocasión que desbarató Skorupski, primero, y el palo, después. Roberto Soriano se lamentaba.
Mientras el equipo de Thiago Motta mostraba más verticalidad y fútbol, el Inter ofreció poco ofensivamente, con Lautaro formando tándem esta vez junto a Lukaku y no con Dzeko. Tal vez la ausencia de Barella en la medular también tuvo que ver… La primera gran ocasión del equipo de Inzaghi llegó en el 31′, con un lanzamiento alto de Mkhitaryan. Cinco minutos antes del descanso, por fin la tuvo Lautaro, que remató de cabeza un balón que se fue pegado a la base del palo derecho de Skorupski.
En la segunda parte, en los primeros instantes, intercambio de golpes. Çalhanoglu, sin oposición, mandó a las nubes un balón recibido de Gosens desde la línea de fondo. Minutos después, Barrow y Soriano desaprovecharon sendas ocasiones en la misma jugada. Onana intervino con acierto. Un error defensivo local pudo costar caro luego, pero Lukaku no acertó a superar a Skorupski. Inzaghi, que al descanso ya había dado entrada a Acerbi, apostó por Barella y Dzeko (Lukaku) para desatascar el partido (63′).
Y con Dzeko llegó otra ocasión de oro para los visitantes. El ariete remató a bocajarro, pero el meta local intervino de nuevo para impedir el gol del Inter (71′). Cinco minutos después, Orsolini, tras un pase en profundidad de Nico Domínguez, fusiló a Onana y lograba su séptimo gol esta temporada (1-0). Motta se protegía después dando entrada a Moro y Kyriakopuolos. El resultado le permite seguir soñando con Europa. El Inter, por su parte, debe defender la segunda plaza.