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El jefe de la Policía con Rajoy intentó “censurar” las informaciones sobre Kitchen


Los nombres de María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP con Mariano Rajoy, y de su marido, Ignacio López del Hierro, son una constante en el sumario de la Operación Kitchen, la trama parapolicial urdida en el Ministerio del Interior para espiar a Luis Bárcenas. Las pesquisas acumulan anotaciones en la agenda de José Manuel Villarejo y grabaciones que vinculan a la exdirigente popular y a su esposo con miembros de la trama; además de destacar el papel clave jugado por un hombre fuerte de Cospedal para captar al chófer del extesorero. La Fiscalía ya pidió sus imputaciones, pero el juez las ha descartado de momento.

Las figuras de Cospedal y de su marido, el empresario López del Hierro, sobrevuelan toda la investigación de la Fiscalía Anticorrupción y de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía Nacional, según revela el sumario abierto en el Juzgado de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional, notificado esta semana a las partes y al que tuvo acceso EL PAÍS. El matrimonio aparece desde el principio en unas pesquisas que superan ya los 3.700 folios y que salpican a la cúpula del partido conservador durante la etapa de Mariano Rajoy y al Ministerio del Interior que dirigió Jorge Fernández Díaz, imputado ya por el juez Manuel García-Castellón.

La irrupción de Cospedal, a quien Anticorrupción atribuye un “interés personal” en la operación de espionaje a Bárcenas, se produce muy pronto: en la misma página 2 del informe de la UAI fechado el 29 de octubre de 2018 que da origen a esta investigación judicial. En ese documento ya se relaciona a la ex secretaria general con un tal Andy, a quien después los investigadores identificarían como Andrés Gómez Gordo, uno de los comisarios imputados en la causa y que supuestamente se encargó de captar al chófer del extesorero, Sergio Ríos, según admitió el propio conductor.

Gómez Gordo, al que también se le menciona con el alias de Cospedín, es un agente de la Policía Nacional muy cercano a la antigua parlamentaria del PP. Cuando esta ocupó la presidencia de Castilla-La Mancha, lo colocó como director general de Documentación y Análisis en la Administración autonómica y le puso un despacho a escasos metros del suyo. Antes, según consta el sumario, ya había trabajado para el Gobierno de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid entre 2009 y 2010. La Fiscalía cree que él seguía en Kitchen órdenes del matrimonio formado por Cospedal y López del Hierro. Y, además, el juez José de la Mata, que mantiene abierta en el Juzgado de Instrucción 5 de la Audiencia unas pesquisas paralelas, concluyó que Gómez Gordo efectuó parte de los pagos procedentes de fondos reservados a Sergio Ríos, ya que su firma consta en al menos cuatro de los recibís incautados.

El propio magistrado García-Castellón destaca su importancia en el auto donde desestima de momento la imputación de la ex secretaria general del PP y de su marido. En ese escrito, el juez califica al comisario como “uno de los principales elementos indiciarios” en la conexión entre el matrimonio y la trama. Pero, como Gómez Gordo negó en su declaración que Cospedal le dijera que contactara con el chófer, el instructor considera que aún no hay suficientes elementos que justifiquen la citación de la popular.

Aun así y pese a que este es quizás el vínculo más intenso, no es el único que traza el sumario entre la trama y la también exministra de Defensa y su esposo. Las pesquisas describen una profusa y larga relación entre el matrimonio y Villarejo. En uno de los audios incautados, el principal sospechoso del caso afirma que conoció a Cospedal en 2006 y a su marido “hace treinta y tantos años”. Los investigadores han logrado documentar al menos un encuentro que se produjo entre los tres en julio de 2009 en la sede centra del PP nacional, en la calle Génova, donde la Fiscalía concluye que la pareja ofreció a Villarejo la ejecución de “encargos puntuales” que serían sufragados con fondos del PP. “Por lo que no puede descartarse que uno de estos encargos estuviera directa o indirectamente relacionado con la investigación policial y judicial del denominado como caso Gürtel”, expone el ministerio público, que ha constatado la existencia de dos llamadas en octubre de 2009 de Villarejo a López del Hierro para “advertirle” de la apertura de dos investigaciones —la Operación Brugal y la rama valenciana de la Operación Gürtel— que entonces se hallaban bajo secreto.

Anotaciones en la agenda

Una relación que, desde luego, no acabó ahí. Las anotaciones manuscritas de la agenda intervenida a Villarejo revelan una relación habitual: hay, al menos, siete contactos registrados entre el comisario jubilado y López del Hierro —que incluyen llamadas telefónicas y citas en persona— en apenas 10 meses, entre julio de 2016 y mayo de 2017. En esa misma agenda, el principal implicado de la trama también deja constancia de su comunicación con Cospedal. “Contesta mi SMS con otro muy afectuoso. Le aviso del café con ILH [iniciales de Ignacio López del Hierro]”, escribe.

Asuntos Internos ha incluido en las pesquisas otros audios con llamadas entre Villarejo y el marido de Cospedal, donde se escucha cómo quedan o conversan sobre temas que afectan al PP o a Interior. El comisario le llega a decir a su interlocutor: “Coméntale a María Dolores si le parece bien…”. “Se lo comento, se lo comento”, responde López del Hierro. En el sumario constan otras grabaciones donde Villarejo alardea de su relación con el matrimonio: “María Dolores sabe que gran parte de las hostias que me dan a mí es porque están obsesionados totalmente con que yo he sido el que le he protegido a ella y al marido”. “Maria Dolores, te pasas la vida pidiéndome cosas y me das muy poco”, llega a asegurar que le dijo. También afirma en otra parte del sumario que la exministra de Defensa le debía “100.000 pavos más los gastos” por los trabajos para la formación.

En el escrito donde pide su imputación, la Fiscalía relata que Cospedal “tendría interés personal” en la operación de espionaje a Bárcenas “desde una doble perspectiva”. “Directa: como afectada por documentación supuestamente comprometedora para ella misma. E indirecta: como secretaria general del partido, de existir material comprometedor respecto de otros altos dirigentes del mismo”, apunta el ministerio público, que recuerda que el objetivo de la trama era hacerse con material en poder del extesorero que pudiera comprometer a altos cargos de la formación conservadora. En esa línea, en otra de las grabaciones incorporadas al sumario, Sergio Ríos detalla que Gómez Gordo le preguntó si Bárcenas podía tener “algo que pueda joder al Barbas”, mote con el que se referían a Rajoy.

El 8 de noviembre de 2018, solo 10 días después de ese primer informe de la UAI, Cospedal dejó la política. Se acababan de publicar los primeros audios donde conversa con Villarejo. Al irse, dijo en su defensa que se había reunido con él solo para buscar “una visión más clara de lo que estaba ocurriendo”. “Si es un pecado mortal haber hablado con un comisario de policía que por aquel entonces, no lo olvidemos, acababa de ser condecorado por el entonces ministro de Interior del PSOE, entonces me equivoqué. Pero en lo que seguro me equivoqué fue en pedir a mi marido, Ignacio López del Hierro, que me ayudara en una interlocución que no era fácil. Me equivoqué a la hora de pedirle que ayudara al PP. Ahora él está pagando por haberme ayudado”. Desde que la Fiscalía pidiera su imputación, la ex secretaria general se ha mantenido en silencio.


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