”La política española se reduce a jugar al Stratego y algunos se aburren bastante si no mueven las fichas”. Es otra metáfora más, que en este caso compara la política con los juegos de mesa, del portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, que recurre siempre que puede a las comparaciones a pie de calle para acercar lo que se mueve en los despachos al lenguaje corriente de los ciudadanos. Esteban suele usar ese recurso cuando está harto y cansado, por los olvidos del Gobierno de turno o por el nivel de maniobras en la oscuridad de los interlocutores de los nacionalistas vascos.
El portavoz del PNV en el Congreso desgranó este martes una larga reflexión sobre los comportamientos “partidistas” de todas las formaciones implicadas en el tsunami en que ha derivado la política española tras la moción de censura de Ciudadanos y PSOE al Gobierno del PP en Murcia. “Purito Stratego”, señaló Esteban, y luego lamentó la falta de una “política más profunda” y que se haya relegado de la agenda un asunto de mucho más calado, como la solución al conflicto catalán. Esteban interpretó “el movimiento de fichas” de Iglesias como “un paso adelante” para anticiparse a la posibilidad de que la coalición gubernamental se fuese difuminando hacia el final de la legislatura. El dirigente vasco ensalzó el perfil menos “desestabilizador” de Yolanda Díaz con respecto al de Pablo Iglesias, pero puso en duda quién va realmente a marcar la estrategia de Unidas Podemos en el inmediato futuro.
No fue el único socio habitual del Ejecutivo que estaba quejoso. Joan Baldoví, de Compromís, aprovechó para recordar desde la plataforma que le da el Congreso de los Diputados “que hay vida más allá de Madrid”. Baldoví, aliado de Más País y Más Madrid, respaldó la decisión de esa formación de no presentarse con Unidas Podemos para derrocar a la popular Isabel Díaz Ayuso, porque defiende que a veces “dos más dos no son siempre cuatro, algunas veces son cinco y la mayoría de las veces son tres”. Abogó por reproducir en Madrid el pacto del Botànic, que ha permitido en la comunidad valenciana gobernar al PSOE con Compromís y Unidas Podemos, pero concurriendo todos por separado, pese a los augures que pronosticaban un hundimiento.
Pero Baldoví también quiso enviar un mensaje a Iglesias y su estilo de ejercer la política: “Con Iglesias fuera, bajará la temperatura política del Gobierno y con el clima que genera la ministra de Trabajo se verá que se pueden acordar las cosas sin tanto espectáculo”. Baldoví defiende “menos testosterona, menos tuits y más parlamentarismo”. Y sentenció: “Pablo dura poco en los sitios y se mueve mucho y se encuentra más cómodo en otros papeles que en la gestión”.
Una de las dirigentes del PSOE que más ha sufrido en el día a día de estos 14 meses de este inédito Ejecutivo de coalición ha sido su portavoz en el Congreso, Adriana Lastra, por los periódicos desmarques de Podemos ante determinadas iniciativas que no eran de su agrado o no seguían el ritmo parlamentario que deseaban. Lastra solo quiso hablar este martes, tras la junta de portavoces de la Cámara baja, de las cosas buenas y que han funcionado en esa colaboración con Podemos, que apuesta por alargar sin anticipar elecciones generales, y, sobre todo, lo que intentó fue ensalzar al candidato “honesto, ejemplar, solvente, preparado, realista y moderado” que su partido volverá a presentar en Madrid, Ángel Gabilondo, frente a la candidata “de la corrupción sistémica” del PP. Sobre el candidato Iglesias, Lastra solo se atrevió a vaticinar que “si se moviliza toda la izquierda y nadie se queda en casa se podría recuperar Madrid”.
La portavoz del PP, Cuca Gamarra, no necesitó ni que le preguntasen sobre el vicepresidente segundo, del que aseguró que su capacidad ejecutiva “ha sido cero”. Cogió carrerilla y exigió su dimisión inmediata, le descalificó como “vago redomado” y responsable de la “crispación y destrucción desde dentro del marco constitucional”.
Iván Espinosa de los Monteros, de Vox, también demandó a Iglesias que si es valiente deje ya el escaño, reiteró que debería dimitir todo “el ruinoso Gobierno socialcomunista” y dejó registrado en la sala un aviso al PP que ya se ve en Madrid con mayoría absoluta y sin negociar nada a cambio con su formación: “Felicidades anticipadas, veremos si se confirma o no”. Vox confía en su campaña y dice que también sale a ganar.
Pablo Echenique, el portavoz de Unidas Podemos, elogió, como había hecho antes Aina Vidal, de En Comú Podem, la “valentía, generosidad y audacia” de Iglesias. Señaló que con su “golpe de tablero” y “movimiento sísmico” había revertido “el triunfo que parecía inevitable y evidente del partido más corrupto de Europa”, que fue como catalogó al PP. Y evitó todos los puntos aún desconocidos de la operación (posible bicefalia futura en Podemos, fecha de relevo de Iglesias y Díaz…) y también los conflictos tanto con el PSOE como con Más Madrid o su líder y excompañero, Íñigo Errejón: “No estamos para reproches, estamos centrados en ir a por todas y salir a ganar, hay mucha ilusión y es posible”.
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