La primera fase del juicio por el presunto amaño del encuentro entre el Levante y el Zaragoza en 2011 quedo finiquitada este lunes con las declaraciones de los últimos acusados y espera ya la declaración como testigo de Javier Tebas, presidente de la LFP e impulsor de la causa con su polémica denuncia, pues los acusados han pedido la nulidad de las actuaciones por entender que para presentarla violó el secreto profesional al que estaba obligado como abogado. El juez ya advirtió que deberá identificar al supuesto jugador del Zaragoza que le dio la información.
Los tres ex del equipo maño, Adam Pinter, Jiri Jarosik y Said Boutahar, mantuvieron la versión de sus predecesores de que no hubo prima especial de última hora por la permanencia. Por negar, Pinter negó hasta ser consciente de que habían pactado las primas generales que sus compañeros sí que admitieron haber cobrado a partir de noviembre.
Por parte de los ex del Levante no hubo tampoco novedad en la negativa rotunda general a haber acordado su derrota. También hubo quien fue más allá, como Robusté y Sergio Ballesteros que se quejaron amargamente de la “injusticia” de tener que vivir este proceso tanto por el “perjuicio profesional” que el central catalán dijo que les supone como porque personalmente ha sido “muy duro”, apuntó el valenciano. “Es la primera vez que me acusan de una cosa tan deshonesta y lo hemos estado pasando muy mal”, señaló el exgranota.
Versiones para todos los gustos
En cuanto a las supuestos descensos en los gastos pagos con tarjeta y de extracciones de dinero en cajero que, según el fiscal, ha detectado la Agencia Tributaria las defensas fueron variadas.
Apoyados en informes de sus peritos, varios defendieron que sus gastos fueron incluso mayores que el verano anterior o prácticamente iguales, como el propio Robusté, Juanfran o Munúa. Iborra afirmó que se fue a su pueblo y al de su mujer “y los gastos no son altos”.
Felipe Caicedo no pudo acogerse a ese argumento y sentenció que “no todos los años son iguales” y que si descendieron sus gastos fue por estar concentrado con la Copa América o porque en el anterior se compró un coche y le dio una comisión a su agente. Además dijo que no le funcionaban bien las tarjetas y que hizo una transferencia a su entonces novia y que echaron mano de las suyas para pagar los gastos de un viaje a Nueva York entre otros.
Cristhian Stuani recordó que se fue de vacaciones a la casa familiar en Uruguay y que su padre, al que da dinero durante el año, corrió con sus gastos. Jefferon Montero también apuntó que se fue a su país y que allí funcionó con otras cuentas.
Movimientos similares
Ballesteros afirmó que sus movimientos fueron similares a los de otros veranos a excepción de una extracción de sesenta mil euros que, según dijo, le sirvió para pagar al contado un coche y para terminar de arreglar cuentas tras su divorcio. Cerajería admitió que contrató una caja de seguridad poco después del choque pero “para objetos de valor” no para guardar efectivo, afirmó.
Los que más problemas tuvieron fueron Héctor Rodas, Rafa Jordá o Xisco Muñoz. El primero aludió a que vivía con sus padres y a su vida de estudiante para justificar un descenso del 99% en los pagos con tarjeta tras el choque y por no haber sacado dinero en efectivo entre septiembre de 2011 y julio de 2012.
Jordá explicó que tiró mano del dinero ganado vendiendo un coche o alquilando un piso en Benidorm. Muñoz además de gastar poco, algo que dijo sucedió porque se fue a Georgia, tuvo que explicar por qué ingresó cerca de 24 mil euros en efectivo. El dinero venía del que no había gastado de extracciones anteriores y de los caballos que tiene en Mallorca, aunque no dan beneficios, señaló.
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