El juvenil Abdusattórov persigue a Carlsen a falta de cuatro rondas


Magnus Carlsen va bien encaminado para ser también el campeón del mundo de partidas rápidas. Pero, con un juego más eficaz que brillante (seis victorias y tres empates), aún necesitará rendir a muy alto nivel en las últimas cuatro rondas de este martes en Varsovia (Polonia). La gran sorpresa es el uzbeko Nodirbek Abdusattórov, de 17 años, 2º junto al subcampeón del mundo, Ian Niepómniashi y el también ruso Alexánder Grischuk, a medio punto del escandinavo.

Además de un juego de calidad técnica exquisita e impropia de su edad, Abdusattórov ha exhibido hoy una de las cualidades más importantes y difíciles para convertirse en un ajedrecista de élite: seguir jugando muy bien tras una derrota, la que sufrió en el primer combate de la 2ª jornada (6ª ronda) frente al ucranio Antón Koróbov. La categoría de los tres rivales a los que ha batido después consecutivamente no deja duda alguna sobre su fortaleza de carácter: el estadounidense (armenio hasta hace poco) Levón Aronián, el polaco Radoslaw Wojtaszek y el israelí Borís Guélfand.

Abdusattórov, quien también llama la atención por el desparpajo con que se mete en posiciones muy agudas frente a cualquier rival, se enfrentará con las piezas blancas a Carlsen en la ronda inaugural de la última jornada, este martes. Hasta ahora solo han jugado dos partidas entre sí, ambas relámpago. La primera, en 2019, en Moscú, terminó en tablas, y el noruego ganó la otra el pasado abril por internet (Lichess.org).

Carlsen solventó con éxito un día duro en la oficina. Primero no logró doblegar al brillante e irregular georgiano Baadur Jobava, quien le arrancó un empate tras conseguir incluso posiciones ventajosas. Después, en el duelo más esperado de este Mundial, el franco-iraní Alireza Firouzja, 2º del mundo en ajedrez clásico a los 18 años, cometió un suicidio estratégico ante el campeón que reconfirma uno de sus puntos débiles (otro es su técnica de finales de partida, muy mejorable): no termina de asumir que la creatividad y el alto riesgo no son deseables si la posición invita justo a lo contrario, al juego sólido y conservador; el escandinavo lo masacró sin piedad.

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Carlsen tuvo que roer a continuación otro hueso durísimo, Grischuk, con quien solo pudo empatar una lucha espléndida, que además da un argumento a quienes abogan -cada vez son más- porque se acelere el ritmo de los Campeonatos del Mundo de ajedrez clásico. Y cerró la jornada ganando, en otra pelea agotadora, al pujante polaco Jan Duda, quien le eliminó en la Copa del Mundo del pasado julio.

El inicio de la jornada auguraba que podía ser un gran día para David Antón, quien logró pronto una posición estratégicamente ganadora frente a uno de los favoritos, el neerlandés Anish Giri; pero no apretó lo suficiente, y fue tablas. Luego hizo tablas con otros dos pesos pesados, el estadounidense Hikaru Nakamura y el húngaro Richard Rapport; y acabó perdiendo con el estadounidense Fabiano Caruana, subcampeón del mundo en 2018; mañana iniciará la última jornada con 5,5 puntos (como Alexéi Shírov) en el puesto 26 frente a otro subcampeón del mundo, el ruso Serguéi Kariakin. El mejor español es Jaime Santos, con 6 puntos, pero con rivales mucho menos fuertes que los de Antón.

Clasificación (tras nueve rondas): 1º Carlsen 7,5 puntos; 2º-4º Abdusattórov, Grischuk y Niepómniashi 7; 5º-13º Duda, Jobava, Van Forest, Firouzja, Nakamura, Caruana, Cheparínov, Hovhannisyán y Amin 6,5; 176 jugadores.

Resultados completos: https://bit.ly/3pt5eHx

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