El Leganés se enfrenta este fin de semana al Villarreal en el Estadio de la Cerámica. El equipo dirigido por Javier Aguirre necesita los tres puntos si quiere salir de la zona de descenso, ya que la parte baja de la tabla está, todavía, muy viva a falta de 12 jornadas para el final.
Los pepineros tienen un hándicap, y es que no ganan un partido de Liga a domicilio desde la temporada pasada. Corría el 3 de mayo de 2019, jornada 36 de Liga, cuando el Leganés conseguía la victoria sobre el Sevilla por tres goles a cero. Desde ese día, el club madrileño no sabe lo que es ganar lejos de Butarque en Liga.
El Leganés es el segundo peor equipo visitante de la Liga por detrás del Mallorca, equipo que le acompaña en la zona de descenso. En la competición doméstica, el balance de los partidos a domicilio es de 7 derrotas, 5 empates y 0 victorias. Además, el balance de goles tampoco es favorable, ya que ha marcado 6 por los 19 que ha encajado en los 12 partidos disputados.
Cuando juegan en casa tampoco se observa un gran cambio, ya que de los 14 partidos jugados en Butarque solo han conseguido 4 victorias y 3 empates frente a las 7 derrotas, misma cifra que en los encuentros a domicilio. El dato que mejora respecto a los partidos lejos de los aficionados es el de los goles a favor, marcando el doble en su campo, 14 tantos.
Con la marcha de Braithwaite y En-Nesyri ,
en este mercado de invierno, se les ha complicado la tarea goleadora. Pero el tanto del delantero, Guido Carrillo, en el último partido ante el Alavés terminó con su sequía goleadora, no veía portería en Liga desde el 4 de abril de 2019. Por lo que, el delantero pepinero debe dar un paso al frente y convertirse en el atacante de referencia que quería fichar el Leganés después de la salida de los dos jugadores.
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