En la Premier League, y en realidad en cualquier partido de fútbol en general, los errores se pagan muy caros. Que se lo digan al Leeds United, que por méritos realizados en el cómputo global del duelo bien puedo haber rascado algún punto en Leicester este jueves y sin embargo volvió a casa de vacío (2-0). Fue así porque el cuadro local supo aprovechar a las mil maravillas dos acciones en las que los visitantes no estuvieron nada acertados, ambas en la primera parte.
La primera de las mismas sucedió al cuarto de hora de juego. Marc Roca, que está completando una grandísima temporada con el Leeds, se hizo un lío en la salida de balón, y su error propició un rápido contragolpe del Leicester que acabó con Robin Koch introduciendo el balón en su propia portería al intentar despejarlo.
Con muy poco se había puesto por delante en el marcador el Leicester, y después de que la madera le negase el empate a Sinisterra en el 30′, en el 36′ los ‘foxes’ doblaron su ventaja con un nuevo mordisco. Fue haciendo uso del juego directo como, tras varios errores en defensa del Leeds, Dewsbury-Hall encontró en el segundo palo a Harvey Barnes para que éste marcase a puerta vacía.
Con ese 2-0 acabó la primera mitad, y también el partido. Porque a pesar de que el Leeds de Jesse Marsch intentó remontar por todos los métodos habidos y por haber los ‘whites’ no evitaron la derrota. Son 2 puntos de 21 posibles los que ha logrado el Leeds en sus 7 últimos partidos y eso ha hecho que se haya acercado peligrosamente a la zona de descenso. El Leicester, que este jueves cosechó la que es su segunda victoria en lo que va de curso, es penúltimo con 8 punto. Solo 1 menos que el Leeds aunque los ‘whites’ tienen un partido pendiente.