La continuidad de Brendan Rodgers en el banquillo del Leicester vuelve a estar en peligro después de la derrota encajada por los ‘foxes’ ante un Bournemouth que remontó en la segunda parte el gol que encajó nada más iniciarse el partido (2-1).
El Leicester, penúltimo, puede ser de nuevo el farolillo rojo de la Premier si el Nottingham como mínimo empata el lunes en casa ante el Aston Villa, mientras el ascendido Bournemouth escala provisionalmente al décimo lugar, justo en el ecuador de la tabla.
Tras lograr el pasado lunes su primer triunfo precisamente ante el Nottingham con un concluyente 4-0, el Leicester arrancó bien hoy el partido en el Vitality Stadium avanzándose en el marcador en el minuto 10 por medio de Patson Daka al aprovechar un rebote y fusilar al ex azulgrana Neto.
Dos goles en tres minutos hunden al Leicester
El 0-1 se mantuvo hasta el tramo final, pero el Bournemouth devolvió a la realidad al Leicester con su reacción. El equipo de Gary O’Neil tardó en encontrar la forma de batir a Danny Ward, pero lo hizo dos veces en tres minutos.
Philip Billing empató en el minuto 68 con un potente chut por alto tras aprovechar el rechace del defensa Wout Faes bajo palos en un remate de Dominic Solanke. En el 71′, Ryan Christie decidió el partido al tocar ante la salida de Ward un balón de oro que le puso de cabeza Solanke.
Ahí se vieron las carencias del Leicester, incapaz de recuperar la iniciativa para poner en aprietos a un Bournemouth que encadenó la quinta jornada sin perder.