El Leipzig logró la primera victoria en esta Champions a costa del Celtic en un partido precioso y de ritmo infernal que solo tuvo un borrón: la grave lesión de rodilla del portero Gulacsi. El conjunto alemán se mete de lleno en la lucha por la clasificación a los octavos y deja descolgado al Celtic, colista del Grupo F con un punto tras tres jornadas disputadas.
La primera parte fue un ejercicio trepidante de ida y vuelta, con ambos equipos incapaces de darse una tregua en su búsqueda del área contraria. Leipzig y Celtic parecen cortados por el mismo patrón: están bien trabajados en la salida de balón, presionan bien y son verdaderamente amenazantes cuando juegan a pocos tocos y tratan de verticalizar los ataques con pases al espacio.
A las contras del Leipzig comandadas por Nkunku, Szoboszlai y Werner respondía con otro acercamiento de peligro el Celtic de la mano de Furuhashi y Jota. Un toma y daca precioso que, sin embargo, iba a quedar interrumpido por la grave lesión de Gulacsi en una desafortunada acción en el minuto 10′.
Un mal pase atrás de Werner dividió el balón entre el portero y Furahashi y obligó a Gulacsi a hacer un sprint para llegar antes y, tras el pase, apoyó mal y su rodilla dijo basta. Sus muecas de dolor, los gestos del médico y el hecho de retirarse en camilla no hacen presagiar nada bueno para el húngaro.
La lesión enfrío el ambiente unos compases pero Nkunku se encargó de reanimar la contienda en pocos minutos. El francés batió a Hart con un picada sutil pero el tanto fue anulado por fuera de juego. De nuevo con las espadas en todo lo alto, siguió el intercambio de golpes con Nkunku en su salsa.
Una pérdida del Celtic cerca del área rival propició una contra fulminante del Leipzig, que en dos pases se plantó ante Hart. Nkunku esta vez optó por deshacerse de su rival con un cambio de ritmo imparable antes de regatear a Hart para hacer el 1-0 (27′).
Las ocasiones no cesaron pero el marcador no se volvió a mover hasta la segunda parte. A los dos minutos de volver de los vestuarios, un error en salida de balón del Leipzig lo castigó el Celtic con una jugada fulgurante. Envío vertical, pase de la muerte y gol de Jota.
El Leipzig, obligado a ganar para no quedar descolgado, fue con todo al ataque en busca del triunfo. Lo intentaban de todas las maneras los alemanes con Szoboszlai como gran estilete. A la hora de partido el húngaro logró batir a Hart con un disparo desde fuera del área pero el colegiado anuló el gol por fuera de juego posicional de André Silva, que interfería en la visión del portero inglés.
El alivio para Hart duró un suspiró, pues el propio portero regaló un balón a Szoboszlai en la salida para que el húngaro dejara el gol en bandeja a André Silva (64′). El gol supuso un mazazo para el Celtic y dio alas al Leipzig, mucho más cómodo dominando el juego y el marcador. En el 77′, un cambio de juego maravilloso de Nkunku puso en órbita a Simakan dentro del área y el carrilero, de primeras, cedió el 3-1 a André Silva.
El equipo alemán supo gestionar los últimos minutos ante un Celtic derrengado que no tuvo fuerzas para buscar la heroica. Honor a ambos equipos por un partidazo digno de la Champions.
Leipzig: Gulacsi (Blaswich, 13′), Simakan, Orban, Gvardiol, Raum Halstenberg (81′); Schlager, Kampl (Haidara, 71′); Szoboszlai (Poulsen, 82′), Nkunku, Werner (Forsberg, 71′); André Silva.
Celtic: Hart; Juranovic, Welsh, Jenz, Taylor; O’Riley (Haksabanovic, 75′), McGregor (Abildgaard, 37′), Hatate (McCarthy, 82′); Maeda (Forrest, 75′), Furuhashi (Giakoumakis, 82′) y Jota.
Goles: 1-0, Nkunku (27′); 1-1, Jota (48′); 2-1, Silva (64′); 3-1, Silva (77′)
Árbitro: Espen Eskaas (Noruega). Amarillas: Kampl (54′) y O’Riley (59′)
Estadio: Red Bull Arena
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