El Levante tiene, a falta de la disputa de un buen número de partidos de la jornada, un colchón de 10 puntos sobre los puestos de descenso. Sin embargo, la deriva del conjunto granota en la competición liguera ha encendido ya alguna luz de alarma en el seno de la entidad.
Y es que por primera vez este curso el equipo que entrena Paco López ha encadenado tres derrotas ligueras consecutivas: en el Wanda ante el Atlético (2-1), en casa frente al Alavés (0-1) y este viernes en Pamplona, frente a Osasuna (2-0). Tres encuentros, tres derrotas.
Y en estos 270 minutos, un único gol conseguido por los valencianos. Por ahora la tranquilidad sigue reinando en el Ciutat de València, pero urge romper esta negativa dinámica de resultados para evitar complicaciones posteriores.
La próxima jornada el equipo azulgrana visitará un campo difícil para iniciar la reacción, ya que acude al Camp Nou para medirse al FC Barcelona. Y la siguiente recibe al Leganés en el Ciutat de València, un encuentro que en función de los resultados que se den entre esta jornada y la próxima podría empezar a tener una vitola de choque clave que hace solo tres jornadas habría sido insospechada.
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