El Levante, tras quedarse a las puertas del ascenso a Primera División, afronta ahora un periodo de reflexión repleto de incógnitas, con el futuro por resolver de muchos de sus principales protagonistas y con la obligación de volver a construir un proyecto para volver cuanto antes a la máxima categoría.
El gol de penalti de Villalibre en el minuto 129 fue un golpe demasiado duro para el Levante que, como el Deportivo Alavés, era uno de los favoritos para el ascenso desde el inicio de temporada. Las lágrimas inundaron un Ciutat de València que por segundo año seguido volverá a acoger partidos de Segunda. “El final más cruel para la temporada más larga. Sólo podemos daros las gracias por el apoyo en este curso y por todas las muestras de aprecio en el día de ayer. Nos levantaremos”, escribió el club valenciano en Twitter.
El capitán Vicente Iborra también quiso levantar el ánimo en sus redes: “Levantarse ya por eso que tanto nos importa, que no vamos a abandonar nunca. Que nos duele y nos hace sufrir, pero que no podríamos vivir sin ello. Por algo único. Por los que no están y por los que vienen. Orgulloso de ser del Levante UD”, comentó Iborra en su cuenta oficial
Pasadas las primeras horas de luto, el Levante no puede perder mucho tiempo en sentar las bases de su próximo proyecto, ya que junto al Alavés es el último equipo en coger vacaciones y la primera semana de julio empezará ya el trabajo de pretemporada de cara la Liga 23-24.
Catalán evita pronunciarse
La primera incógnita que debe despejar el Levante es saber qué ocurrirá con su presidente. Quico Catalán, desconsolado al acabar al partido en el palco, acaba su mandato en diciembre y en los últimos meses no ha querido pronunciarse sobre su futuro.
La situación para el presidente, a quien el público abucheó en la última jornada de la fase regular, es muy delicada. A la mala situación deportiva, con el equipo en Segunda, se une la difícil salud económica del club tras haber presentado 45 millones de euros de pérdidas en las dos últimas campañas.
Catalán, que en la última Junta General de Accionistas presentó un plan estratégico hasta 2027, tiene pendiente la construcción de la nueva ciudad deportiva del Levante, cuyo inicio está previsto para después de verano, y la segunda fase de la reforma del Ciutat de València.
La duda con Felipe Miñambres
El futuro del director deportivo Felipe Miñambres también está entre interrogantes, pese a que tiene contrato en vigor hasta el final de la temporada 24-25. El ejecutivo leonés llegó en febrero de 2022 al Levante, bajo su dirección el equipo descendió a Segunda y ahora no ha sido capaz de ascender.
Miñambres falló el pasado verano con la contratación del técnico Mehdi Nafti, a quien despidió en octubre de 2022 para fichar a Javi Calleja, y tampoco acertó con la gran mayoría de sus fichajes, como Saracchi, Wesley, Musonda, Bouldini o Rober Ibáñez.
El técnico Calleja tiene contrato en vigor para la próxima temporada, pero el Levante, tras no haber logrado el ascenso, puede ejecutar una cláusula de su contrato y rescindir el mismo por una pequeña cantidad de dinero. Así, el madrileño tampoco tiene claro su futuro.
De la plantilla acaban contrato José Campaña, Shkodran Mustafi, Sergio Postigo, Rober Pier y Roberto Soldado y los tres jugadores cedidos, Wesley Moraes, Joni Montiel y Vicente Iborra, deben regresar a sus respectivos equipos.
Además, futbolistas como Vezo, De Frutos, Cárdenas o Pepelu, con contratos más largos, tendrían opciones en el mercado para jugar en una categoría superior y tendrán que tomar una decisión sobre su futuro en los próximos días.