No pudieron marcharse a casa satisfechos ni Peter Bosz ni los jugadores del Bayer Leverkusen este sábado tras el encuentro en el que recibieron al Mainz 05. El conjunto ‘aspirínico’ sumó un solo punto en un partido en el que no solo era claro favorito al triunfo, sino que en el 89’ de partido iba ganando por 2-0. Empató entonces el cuadro visitante, y en el añadido llegó un 2-2 que dejó a todo Leverkusen con cara de incredulidad ante lo vivido.
El Leverkusen salió a imponerse desde el inicio, y gracias a su control del tempo del partido llegó el 1-0 cuando ni siquiera había transcurrido un cuarto de hora de juego. Concretamente, fue en el 14’, cuando Lucas Alario remató a la red un servicio de Moussa Diaby.
A partir de ahí, se relajó el Leverkusen, dispuesto a administrar su ventaja, mientras que el Mainz fue un ‘quiero y no puedo’. Avanzaron los minutos y, ya en el 83’, logró Schick, a pase de Gray, el 2-0 que parecía definitivo.
Pero nada más lejos de la realidad. De forma casi inexplicable, ese segundo gol en contra hizo despertar al Mainz 05, que recortó distancias por mediación de Glatzel en el 89’ tras aprovechar éste un buen pase en profundidad de Niakhaté. Y ya en el añadido, Stöger hizo el 2-2 (esta vez sí definitivo) para frustrar a todo Leverkusen.
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