Real Madrid y Liverpool han transitado caminos opuestos en esta Champions League antes de citarse en la gran final de este sábado en París. Mientras el equipo blanco ha alcanzado el partido de decisivo a base de remontadas imposibles plagadas de épica, magia y calidad individual ante tres candidatos al título como PSG, Chelsea y Manchester City, el conjunto de Jürgen Klopp ha caminado con paso firme desde que la competición echó a andar en septiembre.
Una fase de grupos impoluta
Encuadrado en uno de los grupos más exigentes de la primera fase junto a Atlético de Madrid, Porto y Milan, el cuadro red empezó su asalto al título con un triunfo en Anfield ante el Milan. En la segunda jornada goleó a domicilio al Porto (1-5) con exhibición goleadora del tridente Firmino (2), Salah (2) y Mané.
En el Metropolitano se impuso por 2-3 en un duelo resuelto con un penalti de Salah en el 78′. En Anfield, el Liverpool venció al Atlético por 2-0, mismo resultado que en la jornada siguiente contra el Porto. En la última jornada, sin nada que jugarse y con un Milan que si vencía se clasificaba, ganó por 1-2 en San Siro con tantos de Salah y Origi. El balance de la fase de grupos para el Liverpool fue de 6 victorias en 6 partidos, con 17 goles a favor y 6 en contra.
El Inter se queda sin fuelle
El sorteo de los octavos de final deparó una exigente eliminatoria con el Inter de Milán, que regresaba a la fase del KO de la Champions tras 10 años de ausencia al quedar segundo de su grupo por detrás del Real Madrid. En la ida, en San Siro, el equipo de Inzaghi se mostró superior pero sin pegada y el Liverpool, más eficaz en ambas áreas, encarriló el pase en la segunda parte gracias a los tantos de Firmino a la salida de un saque de esquina y de Salah (82′).
A pesar de la desventaja, el Inter salió con la intención de poner en aprietos a un Liverpool más contemplativo que mantuvo el orden y fue generando ocasiones por inercia. El primer tiempo finalizó sin goles y en el 61′ Lautaro metió el miedo en el cuerpo a Anfield con un trallazo desde fuera del área que se coló por la escuadra de la portería de Alisson.
Sin embargo, el suspense quedó desactivado un minuto después porque Alexis vio la segunda amarilla por un entradón a Fabinho y el Inter se quedó con 10. A partir de entonces, los reds se dedicaron a gestionar su mínima ventaja y no pasaron mayores apuros para pasar a cuartos de final.
El Benfica, presa fácil para los de Klopp
En los cuartos de final, el Liverpool se topó con el Benfica, verdugo del Ajax en octavos. En la ida el equipo de Klopp tiró de calidad, pegada y experiencia para dejar encarrilado el pase a semis con un 1-3 con tantos de Konaté, Mané y Díaz. Darwin Núñez marcó el tanto local.
En Anfield el Liverpool dominó con claridad y llegó a ir ganando por 3-1 hasta el tramo final, cuando Yaremchuk y Darwin lograron dos goles para empatar el partido pero insuficientes para forzar la prórroga. El Liverpool, de nuevo a las semis tras un año ausente.
El Liverpool fulmina el sueño del Submarino
En las semifinales le esperaba la revelación del torneo, el matagigantes Villarreal que había dejado en la cuneta contra todo pronóstico a Juventus en octavos y a Bayern de Múnich en cuartos. Sabedor de su inferioridad, Emery planteó un partido ultradefensivo en Anfield en la ida pero la fórmula se fue al garete en dos minutos fatídicos del segundo tiempo, los que transcurrieron entre el gol en propia de Estupiñán y el tanto de Mané.
En la vuelta, sin nada que perder, el Villarreal mantuvo el sueño de la final e igualó la eliminatoria en un primer tiempo irreconocible del Liverpool. Dia puso patas arriba La Cerámica en el minuto 3 y antes del descanso Coquelin marcó el 2-0 de cabeza para desatar la locura.
En el descanso Klopp ajustó, espabiló a los suyos y la película de la eliminatoria cambió por completo con la entrada de Luis Díaz y los fallos clamorosos de Rulli, que salió en la foto de los tres goles obra de Fabinho (62′), Luis Díaz (67′) y Mané. En 12 minutos frenéticos, el Liverpool finiquitó el sueño del Villarreal para plantarse en una nueva final de la Champions, la tercera con Klopp.