23 de abril de 2017. Esa era la fecha en la que el Liverpool había perdido, ante el Crystal
Palace (1-2), su último partido en Anfield. Tres años, ocho meses y 27 días después, los de Jürgen
Klopp volvieron a caer como locales en un encuentro de Premier
League, dejando en 68 los partidos consecutivos sin caer derrotados y diciendo adiós al récord del Chelsea de José
Mourinho, que llegó a los 86 entre 2004 y 2008.
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Fue el siempre peleón Burnley de Sean
Dyche, gracias a un gol de penalti de Ashley
Barnes, el encargado de poner fin a esta histórica racha.
Salah y Firmino, suplentes
El Liverpool venía de tres partidos consecutivos sin marcar y Klopp sorprendió dejando a dos de los integrantes de su tridente atacante en el banquillo: Mohamed
Salah, máximo realizador de la Premier
League, y Roberto
Firmino, entrando Xherdan
Shaqiri y Divock
Origi en el once.
Pese a la ausencia de dos de sus principales estrellas, los ‘reds’ salieron con ganas de poner fin a su racha negativa de cara a portería, pero fueron los ‘clarets’ los que tuvieron la más clara del arranque de partido después de una salida a por uvas de Alisson
Becker que se encargó de solventar el propio guardameta brasileño.
Fueron precisamente Shaqiri y Origi los atacantes del Liverpool que más cerca estuvieron de inaugurar el marcador en la primera mitad. Especialmente flagrante fue una acción del delantero belga, que no supo aprovechar un error de Ben
Mee y envió al larguero un mano a mano con el guardameta Nick
Pope, que pese a no estar teniendo su mejor temporada firmó una gran actuación en Anfield.
Tras la reanudación se incrementó la avalancha ‘red’, pero ni la entrada de Salah y Firmino logró tumbar el muro del Burnley. Tampoco ayudó Mike
Dean, que no revisó una posible mano de Erik
Pieters en el área ‘claret’ y no vaciló al señalar pena máxima por una caída de Ashley
Barnes, que se desmayó cuando vio que Alisson se abalanzaba a por el balón.
El ariete nacido en Bath batió al paulista y puso fin a la exitosa sucesión de victorias en casa del Liverpool que ya duraba casi cuatro años.
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El domingo, clásico ante el ManU
Un Liverpool que sumó su cuarto encuentro consecutivo sin ver puerta y que queda cuarto en la clasificación, a seis puntos de un Manchester
United con el que se verá las caras el sábado en FA
Cup, en un clásico del fútbol inglés que se prevé más igualado que nunca.
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