El presidente del Liverpool, Tom Werner, exigió una disculpa de la ministra de deportes francesa después de que esta dijera que los hinchas con entradas falsas y el control del club sobre sus seguidores fueron responsables del problema que estropeó la final de la Champions League del sábado.
El partido en el Stade de France, que el Real Madrid ganó 1-0, se retrasó más de media hora después de que la policía intentara detener a las personas que intentaban abrirse camino hacia el suelo. La policía antidisturbios francesa lanzó gases lacrimógenos a algunos aficionados, incluidos niños.
El lunes, la ministra de deportes, Amelie Oudea-Castera, dijo que los problemas iniciales fueron causados por los aficionados del Liverpool sin entradas válidas y acusó al club de dejar que sus seguidores “salgan a la calle”. El ministro del Interior francés, Gerald Darmanin, agregó que hubo un “fraude masivo (de boletos) a escala industrial”.
Werner respondió a última hora del lunes en una carta a Oudea-Castera, describiendo sus comentarios como “irresponsables, poco profesionales y totalmente irrespetuosos” con los fanáticos afectados.
“La final de la UEFA Champions League debería ser uno de los mejores espectáculos del deporte mundial y, en cambio, se convirtió en uno de los peores colapsos de seguridad de los últimos tiempos”, dijo Werner, citado por el periódico Liverpool Echo.
“En nombre de todos los aficionados que experimentaron esta pesadilla, les exijo una disculpa y garantías de que las autoridades francesas y la UEFA permitan que se lleve a cabo una investigación independiente y transparente”.
La UEFA encargó una investigación independiente sobre el incidente, mientras que Oudea-Castera dijo que produciría un informe dentro de los 10 días. En una entrevista con el sitio web de Liverpool, el director ejecutivo Billy Hogan dijo que también estaban revisando las opciones legales disponibles para ellos en nombre de sus seguidores.