El coronavirus no dejó a los aficionados sin espectáculo, aunque sí lo marcó con determinación. Después de toda la incertidumbre generada por el brote en el Aston Villa, el encuentro contra el Liverpool de la tercera ronda de la FA Cup finalmente pudo disputarse como estaba programado, aunque con los locales viéndose obligados a jugar con su equipo filial, sin la participación de ni un solo futbolista de la primera plantilla, incluido su cuerpo técnico. Cosas del ‘nuevo’ fútbol.
Con el primer equipo K.O. por la Covid, el peso de todo cayó sobre los hombros de los ‘chavales’ de la escuadra sub-23, que salvaron el honor ‘lion’
Los ‘villanos’ saltaron al campo sin un solo jugador del primer equipo, obligados a la cuarentena tras la explosión de contagios de esta semana. Así, el peso de todo cayó sobre los hombros de los ‘chavales’ de la escuadra sub-23, que salvaron el honor ‘lion’ y se enfrentaron a un Liverpool con pocas rotaciones que impuso con goleada para pasar ronda.
Klopp, aprovechando que su equipo no vuelve a jugar hasta el día 17, planteó un once inicial con varios titulares, pero sin la presencia de Thiago Alcántara. Salah y Mané lideraron el ataque ‘red’, acompañados por otros pesos pesados como Henderson, Wijnaldum o Fabinho. Con toda la pólvora sobre el campo, es lógico entender que la resistencia de un atemorizado Aston Villa durara más bien poco. El Liverpool tardó cuatro minutos en ponerse con ventaja, cuando Mané cabeceó a la red un centro de Curtis Jones.
El guardameta Ákos Ónodi, con apenas 19 años, se lució protagonizando paradas de mérito a las estrellas del Liverpool
Los canteranos del Villa gozaban de una excelente ocasión para brillar y uno de los que más lo hizo fue su guardameta, Ákos Ónodi, que con apenas 19 años se lució protagonizando paradas de mérito a las estrellas del Liverpool.
El húngaro estuvo especialmente acertado al estirarse para desviar un disparo claro de Fabinho y detener el posterior remate de Mané cuando ya se cantaba el segundo. También en otro ajustado al palo de Salah, demostrando reflejos ante el egipcio.
Las paradas de Ónodi sin duda motivaron a sus jóvenes compañeros, que poco a poco fueron soltando la tensión y perdiendo el respeto -en el buen sentido- al Liverpool. Los ‘red’ jugaban con la defensa muy adelantada y lo pagaron caro en una jugada que terminó con el gol del exazulgrana Louie Barry.
Callum Rowe vio el desmarque en profundidad del inglés, que le ganó la posición a Rhys Williams y batió a Kelleher con una definición perfecta. La alegría fue mayúscula por la sorpresa que supuso que el filial del Villa consiguiera empatar el encuentro al poderoso Liverpool.
Se impone la lógica
Thiago saltó al campo tras el descanso para comandar las operaciones ofensivas de los ‘reds’, que apretaron el acelerador para intentar no complicarse el partido. El español inició la jugada que terminó con un gol anulado para los de Klopp por una falta al portero de Salah tras rematar un centro de Jones con la espuela.
El acoso del Liverpool se intensificó, el Villa no supo como mantener a raya a su rival y poco a poco se fue tirando atrás. Así, fue cuestión de tiempo que los ‘reds’ consiguieran volver a marcar. Lo hicieron con a través de Wijnaldum, que aprovechó un servicio de Minamino para desencallar el entuerto.
El gol del neerlandés llamó al siguiente, con Mané anotando el tercero de cabeza, y luego a la goleada con la diana de Salah para imponer la lógica.
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