A base de imposibles, el Real Madrid ha forjado su propia leyenda en Champions. Su recorrido esta temporada hasta llegar a la final confirma la percepción de que está acostumbrado a obrar milagros. Pero el Liverpool también sabe volver de entre los muertos, como hizo en aquella histórica final ante el Milan en Estambul. Lo recuerda Adrián San Miguel (Sevilla, 3 de enero de 1987), suplente de Alisson, que este sábado espera coronarse en París.
Hay un recuerdo amargo de la final de Kiev en 2018. ¿Se le tienen ganas al Madrid?
Casi siempre hay una segunda oportunidad, pero este partido es suficientemente importante para nosotros como para que no nos influya nada del pasado. Esa noche de Kiev está en la cabeza de todos, pero la intensidad será la misma que si hubiéramos ganado aquella final.
Salah dijo que tiene una cuenta pendiente por saldar.
Es un gusto verle con estas ganas. De todos modos el Real Madrid no juega la Premier League y Salah ha vuelto a hacer otro gran año. Siempre está motivado, hasta en los entrenamientos. Es de aquellos jugadores que compiten contra ellos mismos, sin necesidad de hacerlo contra los demás, y eso solo está al alcance de los mejores.
¿Sabe que al Real no se le puede dar nunca por muerto?
Somos un equipo intenso, muy veloz, y eso hay que mantenerlo desde el primer minuto al último contra el Real Madrid. Nadie se va a despistar ni un segundo, pero por si acaso está Klopp de guardia, que no permite que nadie se acomode.
¿Intimida ese escudo y su historia?
Es un gran club, pero cuando uno sale a la cancha deja esos intangibles en un segundo plano. Y le digo más: para aquellos que no se acuerden, el Liverpool también colecciona grandes remontadas. La más icónica, la de 2005 en la final de la Champions contra el Milan. No solo lo hace el Real Madrid.
El Liverpool ha jugado siete partidos más hasta ahora. ¿Llega un poco cansado el equipo?
El vestuario está bien. Si estuviera agotado se vería. Físicamente estamos en un momento muy bueno y tenemos muchas alternativas. Luis Díaz llegó hace poco y parece que lleve años con nosotros. También está Diogo Jota, que aporta siempre que juega…
¿Teme que Thiago no llegue a la final?
Ojalá se recupere a tiempo porque es un futbolista distinto. El Liverpool es más imprevisible con Thiago. Y corre como un animal, no para. Es muy necesario. Tengo mucha amistad con él, le apasiona hablar sobre el juego y lo ve todo con mucha claridad. Se ha adaptado perfectamente a la Premier League sin haber perdido su esencia como futbolista.
Cuénteme alguna interioridad del vestuario.
Últimamente ponemos la canción ‘Freed from desire’ y la bailamos para celebrar cualquier triunfo. Ojalá suene fuerte en el vestuario de París.
Sin embargo, el equipo se ha quedado con la miel en los labios en liga. ¿Hay frustración?
Haberla tenido tan cerca, a pocos minutos, y que al final remontara el City, da mucha rabia. Hubiera sido un regalo enorme para nuestros aficionados, pero tenemos que aprender e intentar que en un futuro no le tengamos que recortar tantos puntos al City.
¿Qué ambiente hay en la ciudad?
No me ha dado mucho tiempo de pasear por Liverpool. Prefiero estar en casa con la familia. Ante un partido tan importante como este, priorizo evadirme un poco y estar con mis hijos y sus disfraces de superhéroes o cocinando con mi mujer. Pero el ambiente te llega. El fin de semana, antes del partido contra el Wolves, ya se notaba que nos animaban por el partido, pero sobre todo por la final de Champions de fondo.
¿Se vive con la misma emoción sabiendo que no va a ser protagonista?
Todos lo somos de una manera o de otra. Los grandes equipos son los que salen de un grupo unido. Claro que todos queremos jugar, pero incluso el que tiene menos participación está obligado a aportar. Siempre hay que ayudar al compañero que está en la cancha. Y a mí, como a Kelleher, nos toca estar al lado de Alisson. Parece que no es importante, pero los éxitos llegan en grupos en los que hay buen rollo.
Acaba contrato el año que viene. ¿Se plantea irse este verano?
No lo sé aún. Cuando acabe la temporada valoraremos qué hay en el mercado y tomaremos una decisión. De entrada me queda un año más de contrato con el Liverpool y estoy encantado, aunque es verdad que uno quiere jugar y que me ha tocado adaptarme y ser profesional ante esta situación en la que he tenido menos protagonismo. Pero no he bajado nunca los brazos: tengo ganas de seguir aportando.
¿Cómo prepara Klopp una final?
Es un entrenador muy exigente en todos los sentidos. Exprime al jugador en lo físico y en lo táctico. Nos tiene controlados a todos. También en el apartado motivacional. No he visto a nadie que transmita tanto en una charla antes de un partido como él. Hay veces que pasa el cuarto de hora de descanso y no te has dado cuenta escuchándole. Es un gran comunicador, y lo que pasa sobre el terreno de juego no es casualidad. Viene influenciado por su trabajo.
¿Cómo son esas charlas?
Una gozada porque Klopp tiene la facilidad de llevarte al terreno que quiere. Si te quiere emocionar, te emociona. Si te quiere motivar, te motiva. Y si quiere mejorar algún aspecto en el juego, también lo hace. Es un monstruo cuando habla y los futbolistas estamos con él a muerte.
¿Cree que ha cambiado la historia del club?
El Liverpool era un gigante antes de Klopp, pero con él ha crecido mucho más. Tiene mucha culpa de todo esto, en el sentido positivo de la expresión. El club cuida cada detalle, y al futbolista se le facilitan mucho las cosas para que solo se dedique a su trabajo. La estructura es brillante. Y el trabajo del entrenador también. Es una leyenda ya.
¿Hasta qué punto cree que puede haberle distraído al Real Madrid el desplante de Mbappé?
A Ancelotti y a sus futbolistas en nada. Al club es otra cosa, pero dudo que haya algo que pueda despistar a alguien antes de una final de la Champions.
¿En qué cree que el Real Madrid es superior al Liverpool?
En número de Champions, aunque espero que el sábado sea una menos. Es un equipo impresionante, con todo tipo de recursos. Modric, a su edad, es un ejemplo. Sobran las palabras con Benzema. Courtois ha hecho una gran temporada y Vinicius tiene más galones. Pero nosotros tenemos a Alisson, Van Dijk, Mané o Salah. Tampoco estamos mal. Va a ser un gran partido.
Ganarle la Champions al rey de Europa tiene que ser el no va más.
La temporada perfecta hubiera sido con la Premier League, pero vamos a intentar que sea lo más bonita posible con un triplete coronado con la Champions.