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El Lyon no levanta cabeza y Peter Bosz, en la cuerda floja

El Lyon no levanta cabeza y Peter Bosz, en la cuerda floja

El Olympique de Lyon no pasó del empate en su estadio ante el Toulouse (1-1), sumó su quinta jornada consecutiva sin ganar y deja a su técnico, el neerlandés Peter Bosz, en la cuerda floja tras perder parte de la poca credibilidad que le quedaba antes del inicio del partido.

Después de una racha espantosa de resultados, Bosz necesitaba ganar sí o sí para espantar fantasmas. Y más después de caer de forma consecutiva ante cuatro de los cinco primeros clubes de la clasificación.

Uno tras otro, el Lorient (3-1), el Mónaco (2-1), el París Saint-Germain (0-1) y el Lens (1-0), fueron generando dudas en un proyecto que parecía perder fuelle ante rivales de nivel. Y es que, antes de esos tropiezos, el Olympique Lyon marchaba con paso firme por la Ligue 1 casi con pleno de victorias en las cinco primeras jornadas (sólo el Reims arañó un empate).

En barrena pese al cambio de sistema

La ilusión de los primeros partidos se disolvió como un azucarillo y se pasó de la ilusión a la preocupación. Fuera de los puestos europeos, el choque ante el Toulouse se convirtió en un plebiscito contra Bosz que no pudo ganar.

El técnico neerlandés cambió su sistema respecto al último partido y pasó de 4-2-3-1 a un 4-4-2 en el que entraron cuatro jugadores nuevos (Malo Gusto, Castello Lukeba, Corentin Tolisso y Moussa Démbélé por Henrique Silva, Sinaly Diomandé, Maxence Caqueret y Rayan Cherki).

Tetê marca pronto

Los cambios surtieron efecto y en la primera parte el Olympique Lyon se marchó por delante en el marcador gracias a un tanto de Mateus Tetê, que a los dos minutos aprovechó una asistencia de Alexandre Lacazette para batir al portero Maxime Dupe con un zurdazo desde fuera del área desviado por Kévin Keben.

Salvo un disparo al larguero de Mateus Cardoso, el Toulouse no inquietó a su rival, que perdonó antes del descanso con un par de ocasiones claras de Karl Toto Ekambi. El 1-0, para los segundos 45 minutos, no era un seguro de vida y el Olympique Lyon jugó con fuego hasta quemarse.

Un gol demoledor

Rafael Ratao, que avisó con un tiro al palo, no falló a falta de veinte minutos y empató con un remate que generó más dudas de las que ya había ante del inicio del choque. El 1-1 final no servirá para cerrar las heridas y Peter Bosz, tras cinco encuentros seguidos sin ganar y fuera de los puestos europeos, ha perdido buena parte de la credibilidad que le quedaba.




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