El Madrid acabó el Clásico con solo tres titulares habituales

El Real Madrid sufrió de lo lindo para llevarse los tres puntos en un Clásico trepidante pero logró acostarse líder provisional gracias al sacrificio físico de sus jugadores. El equipo de Zidane venía de un choque muy exigente contra el Liverpool en la ida de los cuartos de final de la Champions (3-1) y el entrenador francés decidió hacer solo un cambio en la alineación que sacó contra el Barcelona: Fede Valverde por Marco Asensio.

La apuesta le salió a pedir de boca pues el uruguayo fue clave en el 1-0 y resultó indetectable para la zaga azulgrana ejerciendo de centrocampista y delantero abierto en la banda derecha. Sin embargo, el Madrid fue perdiendo fuelle hasta el punto que retrocedió demasiado en los últimos metros para proteger su ventaja.

Las lesiones de Lucas Vázquez antes del descanso (se perderá lo que resta de temporada) y de Valverde a la hora de partido obligaron a Zidane a meter a Odriozola y Asensio. Después, a falta de 20 minutos y con el 2-1, tomó la arriesgada decisión de quitar de una tacada a Benzema, Vinicius y Kroos, seguramente para ahorrarles unos minutos pensando en el partido contra el Liverpool. En su lugar entraron tres suplentes habituales como son Mariano, Marcelo e Isco, que se dedicaron a trabajar para el equipo sacrificándose en defensa y a apenas se les pudo ver en ataque.

El conjunto blanco, castigado por las lesiones de Ramos, Carvajal, Hazard, Lucas, Valverde (y con Varane con covid) y penalizado por la expulsión de Casemiro, el Madrid finalizó el partido con solo tres titulares habituales en el terreno de juego: Courtois, Mendy y Modric. El resto de futbolistas tuvieron que dar el callo dadas las problemáticas circunstancias: Odriozola, Nacho y Militao cumplieron con nota en defensa, Marcelo e Isco echaron una mano a Modric en la medular y Asensio y Mariano intentaron cazar sin éxito algún balón en ataque.

Por segundo partido consecutivo en LaLiga, Zinedine Zidane realizó los cinco cambios que tenía a su disposición. El francés empleó la misma fórmula contra el Eibar pensando en el Liverpool y repitió contra el Barcelona, algo poco habitual porque el Madrid promedia unos tres cambios por partido.


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