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El Madrid de las remontadas, a la final de París de milagro en milagro

El Madrid de las remontadas, a la final de París de milagro en milagro

El Real Madrid, rey absoluto de Europa con 13 entorchados continentales, está a un solo paso de la gloria en la gran final de la Champions de París contra el Liverpool tras protagonizar una de las fases de eliminatorias más espectaculares, emocionantes e increíbles de la historia de la competición. Los cruces de octavos ante PSG, cuartos ante Chelsea y semifinales ante Manchester City, a cada cual más extraordinario por su inverosimilitud (en todos ellos llegó a estar eliminado), por el efecto Bernabéu o por la calidad de los futbolistas y la entidad de los rivales, forman parte de la colección de mejores momentos del Madrid en Europa. Y no son pocos a lo largo de los años.

El Sheriff, único borrón en la fase de grupos

El Real Madrid empezó su andadura en esta Champions contra el Inter de Milán tirando de épica y con Rodrygo y Courtois como grandes protagonista. El brasileño, asistido por un Camavinga que había jugado solo un puñado de minutos hasta entonces, marcó el gol del triunfo en San Siro en el minuto 89. Antes, el meta belga ejerció de salvador ante un Inter superior con varias intervenciones de mucho mérito.

En la segunda jornada, el Madrid se midió en el Bernabéu con el inexperto y exótico Sheriff de Tiraspol, debutante en la competición que ya dio la sorpresa ganando en su estreno en la Champions al Shakhtar. El cuadro de Transnistria tomó el Bernabéu con un inopinado 1-2 gracias a los goles de Jakhshubaev y Thill y la portentosa actuación del portero griego Athanasiadis.

La derrota dejó tocado al Madrid, que en el siguiente partido sufrió horrores para superar al Shakhtar en casa (2-1) pero ya en Kiev logró una goleada balsámica para encarrilar la clasificación (0-5). En Tiraspol los blancos se cobraron la venganza con un triunfo plácido (0-3) antes de jugarse el liderato de grupo con el Inter en casa. Al equipo de Carlo Ancelotti le bastaba un empate pero logró una cómoda victoria por 2-0 propiciada en buena medida por la expulsión de Barella para acabar primero.

La chapuza del sorteo de octavos: del Benfica al PSG.​

El 13 de diciembre se celebró el sorteo de los octavos de final de la Champions. Al Madrid le tocó en primera instancia el Benfica, segundo de su grupo tras el Bayern y por delante del Barcelona y el Dinamo de Kiev. Sin embargo, un error que la UEFA achacó al software informático obligó a repetir de nuevo el sorteo. La suerte no se alió con el Madrid, emparejado con el PSG en un duelo plagado de morbo por la presencia de Mbappé, Sergio Ramos o Leo Messi.

Del penalti parado de Courtois al fallo de Donnarumma

La eliminatoria de octavos, plagada de alicientes, llegó en un momento bajo del Madrid las casas de apuestas daban como favorito al PSG. Benzema, entre algodones por un problema muscular, forzó, jugó muy mermado y lo pagó su equipo, que cuajó el peor partido de la temporada en la ida disputada en el Parque de los Príncipes. Superado por la intensidad, la calidad y la apuesta táctica de Pochettino, el Madrid resistió como pudo gracias a un Courtois colosal que le detuvo un penalti a Messi en la segunda parte y realizó varias paradas de mucho mérito. En el minuto 90, una genialidad de Mbappé decantó la balanza y acercó a los parisinos a los cuartos.

En la vuelta, en el Bernabéu, el PSG mantuvo una superioridad aplastante durante una hora que no supo aprovechar. Mbappé dejó al Madrid en la lona con el 0-1 en el primer tiempo (le anularon otros dos por sendos fueras de juego) y el equipo de Ancelotti estuvo a merced de su rival hasta que llegó el minuto 61′. Benzema presionó a Donnarumma, provocó que perdiera el balón con un contacto en su pierna que ni el colegiado ni el VAR interpretaron como falta y Vinicius, tras recuperar el cuero, lo cedió al francés para hacer el 1-1.

El idilio inverosímil de este Madrid con las remontadas empezó en ese momento. El Bernabéu entró en ebullición, el PSG se paralizó totalmente y entre Modric, Rodrygo, Camavinga, Vinicius y un Benzema en trance lideraron una remontada coronado con el hat-trick del francés. Entre el 2-1 y el 3-1, transcurrieron solo 10 segundos de juego efectivo. Modric filtró un pase imposible para Benzema para igualar el cruce, el VAR validó el tanto tras unos segundos de angustia, y nada más sacar de centro el Madrid se tiró al cuello del PSG propiciando el fallo de Marquinhos. Benzema remató de primeras y casi se le saltan las lágrimas en una celebración de locura, con Alaba elevando al suelo de Madrid la ya famosa silla. El PSG, que tuvo tiempo de reaccionar, ya estaba totalmente hundido y aplastado por la mística del Madrid

Los cuartos ante el Chelsea, de exhibición a pesadilla

Los cuartos contra el Chelsea, verdugo de los blancos en las semis el año pasado, empezaron a pedir de boca para el Madrid, que puso el 0-2 en apenas tres minutos (entre el 21′ y el 24′) gracias a dos testarazos impresionantes de un Benzema en estado de gracia. El primero lo remató con potencia desde lejos y en carrera a un centro de Vini y el segundo fue de una sutileza magistral para embocar un centro de Modric, su gran socio esta Champions.

El Chelsea reaccionó antes del descanso con un gol de cabeza de Havertz y a la salida de vestuarios Benzema apagó la crecida blue al aprovechar un fallo clamoroso entre Rüdiger y Mendy.

Con el 1-3 en casa del vigente campeón todo apuntaba a tarde plácida en el Bernabéu en la vuelta. Nada más lejos de la realidad. Mason Mount marcó el 0-1 en el 15′ en el primer acercamiento del Chelsea y el equipo de Tuchel se adueñó emocionalmente y tácticamente del partido. El Madrid, errático y desnaturalizado, no encontraba la manera de amenazar a Mendy.

En la segunda parte empezó la pesadilla. Rüdiger igualó la eliminatoria al cabecear un saque de esquina (51′) y minutos después Marcos Alonso hizo el 0-3. Por fortuna para los blancos, el tanto fue anulado vía VAR por mano del español en el control. La bala esquivada no espabiló al Madrid, que vio como Timo Werner ponía patas arriba el Bernabéu con el 0-3 en el 75′.

Ancelotti quemó las naves en busca del gol que le llevara a la prórroga y no tardó en encontrarlo. Rodrygo, en su primer balón, embocó un centro de Modric con el exterior espectacular en una de las grandes fotos del Madrid en esta Champions. Salvado el Madrid y con el Bernabéu encendido Benzema hizo el 2-3 en el arranque de la prórroga al cabecear un centro de Vini.

El Madrid, muy castigado físicamente y sin Militao por sanción, aguantó el asedio final del Chelsea con una defensa de circunstancias formada por Lucas, Carvajal de central, Alaba y Marcelo. El Madrid, de nuevo tirando de épica, alcanzó las semis.

A remolque toda el cruce hasta el minuto mágico

El City esperaba en la antesala de la final y la eliminatoria no pudo empezar peor para el Madrid. En solo 11 minutos, el City ya mandaba en el Etihad con goles de De Bruyne (2′) y Gabriel Jesus (11′) ante un Madrid desnortado por la baja de Casemiro. Sin embargo, apareció el de siempre para dar vida al Madrid, Benzema, marcando en semivolea el 2-1. Tras el descanso, Foden devolvió la ventaja al City pero Vinicius, con una jugada sensacional, marcó el 3-2 dos minutos después. El partido era trepidante y lleno de alternativas porque las defensas parecían inexistentes.

Por ahí llegó el 4-2 de Bernardo Silva (golazo) pero una mano inocente de Laporte citó a Benzema con el punto de penalti en el 82′. El francés venía de fallar dos penas máximas en el anterior partido y decidió tirarlo a lo Panenka. Otra foto para la historia y otro gol que devolvía a la vida al Madrid. “En el Bernabéu vamos a hacer una cosa mágica, que es ganar”, vaticinó Benzema tras el partido.

El equipo de Ancelotti afrontaba la misión de una nueva remontada y salió con brío ante un City que no estaba dispuesto a dejarse intimidar ni hipnotizar por el embrujo del Bernabéu. El gol blanco que igualaba la eliminatoria no llegaba en la segunda parte y el Madrid se empezó a desesperar. Entraron Rodrygo y Camavinga pero fue Mahrez quien marcó primero en el 73′. 

El Madrid estaba muerto pero encontró un hilo de vida en en el 90 gracias a la conexión entre Camavinga, Benzema y Rodrygo. El brasileño incendió el Bernabéu, ya en éxtasis, y solo 89 segundos después del 1-1 envió el duelo a una prórroga que parecía una quimera con un testarazo ganándole el salto a Laporte y Rúben Días. El Madrid volvía a repetir una gesta imposible.

Con el City víctima del efecto Bernabéu, el Madrid entró en la prórroga con la idea de ir a por el partido y Camavinga, de nuevo clave, recorrió todo el campo para poner en órbita a Rodrygo. El brasileño centró raso al área, Benzema se anticipó y Dias cometió penalti. 3-1.

Lo más difícil estaba hecho y el Madrid, que acabó con puntales como Casemiro, Modric, Benzema, Alaba, Militao, Kroos y Alaba alentando desde el banquillo, logró el pase a la gran final de París. De milagro en milagro, al Madrid le espera el Liverpool.




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