El Madrid resurge al compás de Modric y Kroos

El Real Madrid solventó la semana más peliaguda de la temporada con tres triunfos convincentes ante Sevilla (0-1), Borussia Monchengladbach (2-0) y Atlético de Madrid (2-0) que han marcado un punto de inflexión en una temporada que podría haberse ido al traste a las primeras de cambio. Para ello Zinedine Zidane echó mano de la vieja guardia, representada sobre todo por el regreso del líder Sergio Ramos y por el gran nivel exhibido por Luka Modric y Toni Kroos, comandantes de la nave blanca cuando el equipo corría serio riesgo de naufragio.

El equipo blanco llegó al partido del Pizjuán en plena crisis y sumido en un mar de dudas. El puesto de Zinedine Zidane corría serio peligro tras la debacle ante el Shakthar, derrota (2-0) que amenazó seriamente la clasificación del Madrid a los octavos de final de la Champions. El cuadro blanco solventó la papeleta ante el Sevilla con una actuación solvente y sólida, anulando al equipo de Lopetegui a partir de un gran ejercicio defensivo comandado por Varane y Nacho. En Sevilla, tanto Modric como Kroos jugaron los 90 minutos más enfocados en la contención que en la creación. Prueba de ello son los 47 pases que firmó el alemán y las 35 entregas del croata, muy lejos de los guarismos que acostumbran a registrar cuando el Madrid domina los partidos. En ese partido, además, Kroos (7) y Modric (8) recuperaron más balones que el especialista Casemiro (5).

El escueto triunfo sirvió para rearmar de moral al equipo de cara al trascendental duelo ante Gladbach con la eliminación en la fase de grupos planeando sobre Valdebebas. Ahí surgió por encima de todos las figura de un Luka Modric imperial. El centrocampista croata lideró la presión blanca en campo contrario, dio 82 pases (falló solo 5) y fue el madridista que más regates completó. Pero más allá de las estadísticas, Modric, de 35 años, destacó por dominar el escenario a su antojo gracias a su inteligencia para interpretar lo que demandaba el partido en cada momento y también a partir su superioridad técnica y física.

Si en Champions fue Modric el que tiró del carro, en el derbi ante el Atlético el encargado de llevar la batuta en el centro del campo del Madrid fue Toni Kroos. Al compás que dictó el alemán jugó el equipo blanco, muy superior al conjunto de Simeone desde el primer minuto hasta el último para sellar un triunfo que reabre LaLiga. El ex de Bayern dio 87 pases ante el Atlético (el que más del Madrid, con 12 en largo) y fue clave junto a Modric para desactivar el planteamiento de Simeone, que apostó de inicio por 5-3-2 que no tardó en modificar para pasar a un 4-4-2 más reconocible.

El alemán, un seguro de vida en las jugadas a balón, asistió a Casemiro en la jugada del 1-0 para encarrilar el triunfo ante el Atlético. Zinedine Zidane, exultante tras la victoria, aseguró que tanto Kroos como Modric “están de puta madre”. Ambos jugadores, los metrónomos del Madrid, se empeñan en darle la razón a un Zidane que ya tiene de vuelta a otro de sus puntales en la medular: Federico Valverde.


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