El Madrid se asoma al precipicio


A los cinco días de volver a competir después de 101 de interrupción, el Real Madrid afrontó ante el Valencia su primera final de la nueva normalidad para mantener las opciones de llegar a las semifinales de Liga. Salvaron el match-ball los de Laso (95-90) abrazados a la determinación febril de Facundo Campazzo. Tras un regreso destemplado, el Facu recuperó su mejor versión en el momento clave. En La Fonteta ofreció un recital con 29 puntos, 11 asistencias, tres robos, seis faltas recibidas y 42 de valoración en 37 minutos en pista —la mejor valoración de un jugador del Madrid desde los 45 de Arvydas Sabonis en 1995—. El base argentino rearmó a su equipo y resolvió un duelo cargado de bravura y detalles, en el que Tavares y, sobre todo, Deck resultaron también decisivos para atajar el orgullo de Abalde (17 puntos), Dubljevic, Marinkovic y compañía. “Mostramos nuestra mejor cara, pero esto sigue y nos quedan dos finales más. Tenemos que ser exigentes y mejorar. Estuvimos tres meses encerrados en casa y es normal que vayamos de menos a más”, resumió Campazzo tras la batalla. “Son ganadores y saben lo que hacer para ganar. Nosotros estuvimos cerca, pero nos faltaron pequeñas cosas”, completó Ponsarnau con resignación. La victoria de los blancos, sumada a la del Gran Canaria sobre el Burgos en la prórroga, generó un cuádruple empate en un grupo B apasionante, con Valencia, Real Madrid, Burgos y el propio Gran Canaria igualados a dos triunfos y una derrota.

El Madrid buscó reconocerse sacando lustre a la conexión Campazzo-Tavares y, a la mejoría pareja franquicia de los blancos, se unió la contundente aparición de Deck (desentonado las dos primeras jornadas). El alero argentino anotó 8 puntos y repartió dos asistencias en los primeros cinco minutos para instaurar un nivel de intensidad muy superior al demostrado ante el Burgos. Al final resultó decisivo echando el lazo a Dubljevic. Se defendió el Valencia con un vibrante Abalde y un buen relevo de Sastre, pero el juego interior taronja tardó en meterse en partido y los de Laso lo aprovecharon para hacer camino y hucha (25-16, m. 7). Se acortaron las rotaciones como en los días grandes y Carroll dio el susto al final del primer cuarto. Pero el contratiempo no alteró el dominio madridista. Campazzo anotó su segundo triple (4 de 6 de su equipo en ese tramo) y selló un prolífico primer cuarto para los suyos (31-21, con 12 de 17 en tiros de campo).

Con la aportación de Felipe y Thompkins, el Madrid corrigió los desajustes en el rebote de días anteriores, factor clave para dominar el ritmo de las operaciones. Mientras, Campazzo siguió luciendo afinación. El Facu anotó 15 puntos y repartió cuatro asistencias en sus primeros 13 minutos en pista y, antes de marcharse al banquillo, elevó la renta de los blancos a un +12 (42-30, m. 13). Labeyrie y Loyd dieron un paso al frente pero, para entonces, el conjunto de Laso era un primor desde el 6,75 (9 de 12). Sin embargo, languideció esa secuencia (fallaron los seis siguientes lanzamientos antes del descanso) al tiempo que Maronkovic entraba en ebullición. Dos triples del serbio impulsaron un parcial de 4-14 para el conjunto de Ponsarnau. En un santiamén se pasó del 48-35 al 52-49. Regresaron a la faena Campazzo y Deck, pero también llegó el tercer bingo de Marinkovic, que acható el mando madridista antes del viaje a vestuarios. Una primera mitad convertida en un festival anotador (56-52, m. 20).

Las defensas no eran flojas, pero los ataques resultaban incontenibles. Con los triples de Doornekamp y Sastre, el Valencia logró su primera ventaja en la reanudación (65-67, m. 26). Incapaces de encontrar a Tavares en ese tramo, los blancos se atascaron ante el aro taronja (solo un tiro libre de Campazzo entre el minuto 24 y el 28). A pesar de semejante apagón, al Madrid le bastó con unas dosis de intimidación de Tavares y tres carreras liberadoras para recobrar la iniciativa antes de entrar en la recta de meta (74-69, m. 29). Campazzo y Tavares continuaron excelsos, pero Dubljevic emergió hercúleo (10 puntos en cuatro minutos) para sacar la cuarta falta al caboverdiano y volver a poner a los suyos por delante (78-80, m. 33). Dos triples de Randolph y la decisión de Laso de colocar a Deck en la defensa sobre Dubljevic (”es un tractor capaz de hacer de todo”, analizó el técnico madridista al final), en ausencia de Tavares, destartalaron momentáneamente al Valencia. Hasta que Marinkovic retomó su fusil. Entre unos y otros dejaron el dilema en 90-89 a un minuto del final. Ahí esprintó de nuevo Campazzo para lograr un dos más uno providencial con el que sentenció el partido. Por números, su mejor faena en Europa. “Yo he visto a Campazzo jugar mejor que hoy. Igual no con tan buenos números, pero le he visto jugar mejor que hoy”, cerró un exigente Laso.

El Gran Canaria frena el impulso del Burgos (91-87)

El Herbalife Gran Canaria de Ioannis Bourousis (25 puntos) frenó el impulso del San Pablo Burgos de Víctor Benite (26), en un encuentro igualadísimo resuelto con una prórroga agónica (91-87). En el duelo de dobles parejas que marcó el comienzo del partido, el dúo Cook-Costello le ganó la iniciativa a Fitipaldo y Lima. Pero, con el comienzo de las rotaciones, se instauró rápidamente el equilibrio que presidió todo el choque. El Gran Canaria creció a través del rebote ofensivo, mientras el Burgos se agarró con los puntos en la pintura y la pujanza de Rivero. Con la mezcla de tres altos en pista (Lima, Vega, Apic o Rivero), los de Peñarroya buscaron la versatilidad que tan bien les funcionó ante el Madrid. Sin embargo, los rebotes y tapones de Costello, la brega de Bourousis y Burjanadze, y la experta dirección de Cook pesaron más en el juego y en el marcador al descanso (40-34, m. 20). Se rearmó el Burgos con un parcial de 5-13 en la reanudación, pero el protagonismo episódico de Lecomte contuvo el ímpetu de Benite y el Granca entró por delante en el sprint final (60-56, m. 30). Bourousis (32 de valoración) colocó el +10 para su equipo (74-64, m. 36) en una sentencia anticipada que después no lo fue. Benite estiró la resistencia burgalesa a base de triples y McFadden dejó la resolución en la cornisa con tres tiros libres (76-75, a 57s). El cuarto triple de Benite completó la remontada (76-78, a 20s) y Cook, con una bandeja colocó el empate a 78 que llevó el partido a la prórroga. McFadden no acertó con el tiro de gracia. Ganaron los amarillos el tiempo extra (13-9) y apretaron las cuentas al máximo en el grupo B.

Andorra se desata ante un Zaragoza plagado de canteranos (93-113)

En el duelo que cerró la jornada, Casademont Zaragoza y Morabanc Andorra, los próximos rivales del Madrid en el torneo, disputaron un partido racheado y desigual en el que los de Porfirio Fisac llegaron a ganar por nueve, con un buen inicio, y a perder por 23, tras desfondarse con el paso de los minutos. Finalmente, la derrota dejó sin opciones al cuadro maño, plagado de chavales de la cantera, y otorgó a los andorranos una honrrilla que les permite perseguir a los cuatro líderes del grupo (93-113). Todorovic, sobresaliente con 26 puntos y 6 de 6 en triples, y Hannah (22 de valoración) gestionaron sin sobresaltos la superioridad de los de Ibon Navarro, que lograron una anotación de récord (la mayor de su historia en la ACB).


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