Los ricos también lloran. Y también se les remonta. Aunque esta vez, la derrota no supo tan amarga para los de Guardiola que, con la Premier en el bolsillo, pueden permitirse estas licencias. Con un 3-2 les ganó el Brighton que, después de jugar con un futbolista más desde el principio, utilizó la gasolina de su afición para levantar un 0-2 en contra y llevarse el partido con rotundidad y merecimiento.
Fast Football
En la Premier ya se sabe que el fútbol se juega a una velocidad mucho más rápida que en cualquiera de sus ligas vecinas. Quizás por eso, a los diez minutos de este Brighton – Manchester
City ya había un gol y un expulsado. Lo que podría llamarse Fast Football.
Ambas cosas fueron del Manchester City. Concretamente, el gol de Gundogan y la expulsión de Joao
Cancelo.Y ambas sorprendentes. La primera porque no deja ser curioso que un centrocampista como el ex del Dortmund haya mutado a delantero.13 goles suma ya con el de hoy que además fue de cabeza. Se apresuró a adivinar que el balón de Mahrez iba a aterrizar en el segundo palo y allí puso la testa para adelantar a los suyos.
Quien no usó tan bien la cabeza fue Joao
Cancelo. El portugués primero midió mal en un balón aéreo hacia Welbeck y en el intento de arreglarlo terminó por estropearlo del todo. Agarró al delantero inglés cuando este era el último hombre y vio la roja, aunque quizás un tanto rigurosa. A partir de entonces el City no lo sabía. De hecho, no lo notó de primeras, pero estaba empezando a desangrarse.
Concurso de golazos
En la segunda mitad, el buen fútbol siguió respirándose en Brighton para alegría de los aficionados que estaban de vuelta en el estadio, su búnker contra las preocupaciones desde donde le declararon por fin la guerra a los cánticos enlatados.
Y es que los afortunados que cambiaron el televisor por la grada, pudieron además acudir al recital de golazos que se celebró en la segunda parte. El primero fue de Foden en un ejercicio de rapidez y cabezonería a partes iguales. Agarró la pelota en su campo y no la soltó hasta guardarla en la meta de Robert Sánchez después de una ‘elegantísima’ conducción. Hay ahí un ‘megacrack’ listo para brillar.
El segundo, con el que recortó distancias el Brighton, tuvo que ver con una macedonia de amagos y engaños de Trossard con la que volvió loca a la defensa del City y fusiló a Ederson. Un Ederson que vio como el empate y el 3-2 le llegaron prácticamente seguidos.
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El Brighton se lo creyó y, con el aliento de su público, remontó con goles de Webster de cabeza y de Burn tras un rechace. En ese momento el AmEx Stadium explotó de ruido y el City se despertó de sus días de ‘Oasis’ tras haber ganado la Premier
League y haber conseguido el billete para la final de la Champions.
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