Pese a haber permanecido en un hermético segundo plano a nivel mediático, Dimitri Rassam ha reaparecido. Lo ha hecho nada más y nada menos que en Madrid, que a primera hora de esta misma noche se ha vestido de gala para acoger el photocall de la película Los tres mosqueteros, D’Artagnan, de la cual él mismo es el productor. Una velada de gran calibre en la que ha llamado la atención la ausencia de su esposa, dejando una vez más claro su deseo común de mantener su matrimonio en la más absoluta privacidad sin que en él tenga cabida la presencia de la prensa.
Como no podía ser de otra manera, el yerno de Carolina de Mónaco ha posado en la alfombra roja de la cita en compañía de algunos de sus compañeros de profesión como Vincent Cassell, visiblemente emocionados por poder presentar una producción que promete ser todo un éxito tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, aunque probablemente por sus compromisos profesionales no haya podido contar con la presencia de Carlota Casiraghi en su gran estreno.
No obstante, esta ausencia no ha resultado en absoluto extraña teniendo en cuenta que el propio Dimitri también faltó al emblemático Baile de la Rosa que se celebró el pasado 25 de marzo en el Sporting Club de Montecarlo y que contó con la presencia incluso de la mismísima Isabel Pantoja. Desde ese momento, muchos fueron los rumores que indicaron que quizá la hija de Stéfano Casiraghi y su esposo estaban inmersos en una crisis matrimonial por la que habrían optado por poner tierra de por medio. Una serie de comentarios que el propio Dimitri apaciguaba con su intervención en la televisión francesa, en la cual no tenía reparo en deshacerse en elogios con su compañera de vida: «Estoy muy orgulloso de mi esposa. Sé que esto no suena muy original, pero ella me apoya y eso es algo muy importante para mí», comenzaba explicando, despejando las dudas que pudiera haber sobre su romance con Carlota para demostrar que su ausencia al homenaje hacia Grace Kelly probablemente se debió únicamente a algún tema relacionado con el estreno de esta película, la cual ha hecho que su agenda estuviera mucho más apretada que de costumbre.
Pero las palabras de Rassam hacia Casiraghi no quedaron ahí, y también hizo hincapié en la idea de preservar su intimidad sentimental, aunque eso a veces genere aún más expectación si cabe: «Sé que las cuestiones sobre mi matrimonio no son banales. Entiendo que pueda resultar interesante. No voy a hacerme el sorprendido y preguntar el por qué pero, la verdad, es que a mí me gusta marcar la frontera entre lo mínimo y lo que pertenece a la esfera pública», zanjaba, en medio de la idea que figuraba entre él y su esposa sobre si cabía la posibilidad de que esta última estuviera embarazada. Algo que finalmente no ha resultado ser cierto, ya que el tiempo ha pasado y la diseñadora no ha presumido de ninguna curva premamá que pudiera asegurar que un nuevo bebé estaba a punto de agrandar la familia Grimaldi.
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