Santi Aldama dignifica la cultura de equipo sin renunciar la identidad, dispuesto a hacer lo que sea y cuando sea sin perder esas maneras de estrella, ese carisma que desprende con la genialidad de turno que se tiene o no se tiene. Aunque agasajado entre bromas por sus compañeros, que si gritos a coro con Ja Morant, que si collejas, que si Xavier Tillman ‘troleándole’ post partido, a Aldama no es para tomárselo en broma. Ya se ha ganado el respeto de la NBA, atreviéndose a dar lo mejor de sí para entrometerse en los planes de Kyrie Irvig y Luka Doncic -que todavía no reapareció-, y firmar las mejores cifras de su carrera en rebotes y puntos con un doble-doble de 22 puntos y 14 rebotes en la remontada de los Grizzlies ante Dallas (112-108). 16 de esos 22 tantos, en la segunda parte.
No había sido el canario el máximo anotador de Memphis, honor que recayó en un asombroso Jaren Jackson Jr. -28 puntos-, que, aparte desfiguró a Irving en su hora favorita -el último cuarto-, quedándose el base sin anotar y en un 0/7 en lanzamientos pese a sus 28 tantos. Pero todos querían pegarle un beso, un abrazo -o lo que fuera-, al español, que hizo ganar a los de Tennessee su tercer encuentro ante Dallas en los últimos 10 días.
“Movimos el balón, tuvimos resiliencia. Esta temporada estamos teniendo dificultades en el último cuarto pero encontramos el ritmo y confiamos el uno en el otro. Sabíamos del partido que jugamos en su casa que juegan muy físico y había que darlo todo”, analizaba un exultante Aldama al final del encuentro, siempre haciendo primar el espíritu colectivo. Según StatMuse, no se veía eso de 22 puntos y 14 rebotes desde el banquillo en los Grizzlies desde Zach Randolph, la época de Marc Gasol. La historia de los españoles en Memphis sigue escribiéndose sola una vez cogió la pluma Pau sin olvidar el paso de Juan Carlos Navarro.
“¿Cómo me he sentido en los tiros? Bien, fue divertido, jugamos con gran energía, estuvo bien delante de los fans y no podemos esperar para volver a estar en la pista”, dijo el canario preguntado por su actuación. Aldama, con una impactante facilidad para cuestionar a las estrellas -en sólo dos años en la NBA ya ha dejado grandes ‘highlights’ contra Harden, Durant e Irving-, ‘optó’ esta vez por molestar a una estrella como el propio Irving con derroche más que con detalles con un amplio repertorio: triples, puntos tras rebote y hasta ese tiro ‘hook’ que patentó Kareem Abdul-Jabbar al que le está cogiendo el gusto.
Pintaba noche apacible para Dallas -96-83 al final del tercer cuarto-, después del éxtasis de Los Ángeles pero siguió empujando el canario, que acabó con un 6/12 en lanzamientos, un 2/6 en triples, un impecable 8/9 en tiros libres y 2 asistencias.
La manera en cómo se turnó a la perfección con su compañero de posición en el ‘4’ Jaren Jackson Jr., es la postal ideal que habla de esa cultura de equipo en unos Grizzlies en la que lo colectivo absorbe todo lo individual, las ausencias por lesión de Brandon Clarke y Steven Adams -ya indefinidas-, y la de un Ja Morant al que ya se le vio en el FedExForum de Memphis y que volverá a jugar el miércoles, contra los Rockets.
Está lejos Memphis aún de esa dinastía de la que se reía Klay Thompson pero llegarán a playoffs listos para todo, capaces de haber sumado un balance de 6 victorias y 3 derrotas en lo que ha faltado Morant. Todas las alegrías de estos Grizzlies en los que todo parece ahora idílico, fueron los penas de los Mavericks, sin plan de emergencia en su plan de emergencia, con la amenaza de quedarse sin playoffs latente, más allá de la fácil y previsible solución de dejar que Irving lo hiciera todo.
Pero Jaren Jackson Jr. -candidato a Mejor Defensor del Año-, mantuvo al base a raya para que no sumara ni un punto en el último cuarto y sólo se apuntaran 12 los Mavericks, que pudieron llegar a los dobles dígitos por ‘cortesía’ de Dillon Brooks.
El controvertido alero sigue siendo la cara más antipática de estos Grizzlies y se llevó una técnica por reírse de un Irving al que ya había desafiado días atrás. Pero, aparte, cometió falta sobre Christian Wood en el perímetro -20 puntos para el pívot y también para Hardy-, que dio algo de esperanza a Dallas, con 112-108 abajo a falta de 4 segundos. Claman los Mavericks por la vuelta de Doncic, quien, en la noche de Santi Aldama, no dudó en felicitarle. Ya le conocen de sobra en la NBA.