Y al fin, Diego Costa vio puerta. Habían pasado 26 minutos del encuentro que Mallorca y Atlético de Madrid disputaban en Son Moix, cuando el delantero rojiblanco abrió el marcador con un buen cabezazo ante el que nada pudo hacer Reina.
Koke botó un córner que fue rechazado por la zaga bermellona, cogió el rechace y puso un balón perfecto al área al que llegó Costa que, sin tener que saltar, la colocó lejos del alcance del arquero del Mallorca. Una acción parecida a la que dio el Atlético la Copa del Rey de 2013 ante el Madrid en el Bernabéu con un tanto de Miranda.
Costa puso fin a una sequía demasiado prolongada que estaba dando que hablar. Y mucho. Porque habían pasado casi seis meses desde la última vez que el hispano-brasileño celebró un tanto. Fue el 30 de marzo ante el Alavés en Mendizorroza. Eso en partido oficial, porque en pretemporada, el atacante sí que rindió a gran nivel y marcó goles. Para muestra, los cuatro tantos que le hizo al Real Madrid en el derbi de Nueva Jersey.
Mes y medio después, y en vísperas de recibir al cuadro blanco en el Metropolitano, Costa volvió a ver puerta. Su gol número 13 desde su regreso en 49 partidos jugados. Una cifra realmente baja pero que ha aumentado el delantero cuando más falta le hacía.
Las dudas estaban sobre la mesa. Incluso Diego Simeone reconoció en la previa del choque ante el Mallorca del problema existente, y que había hablado con su futbolista para tratar de solucionarlo. Pues bien, la terapia parece haber dado resultado. Porque más allá del gol, en la isla se vio a un Costa diferente. Al minuto de juego, el hispano-brasileño ya había rematado, algo que en partidos anteriores le había costado muchísimo.Participó en muchas jugadas de ataque con éxito, se asoció bien, cayó a banda creando peligro, se fajó en defensa (quitó un balón de gol a Salva Sevilla)… El Costa que todos quieren ver en el Atlético. Y a tres días del derbi.
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