El mejor truco de las tizas para acabar con la humedad en las paredes de casa

Cuando aparece una humedad en las paredes de casa, lo primero y más importante es identificar de qué tipo es: por capilaridad, por filtración o por condensación. La humedad por condensación es una de las más comunes, que se produce cuando la ventilación no es la adecuada, de manera que la diferencia entre la temperatura y exterior hace que el agua evaporada se quede adherida a las paredes.

Es importante ponerle remedio cuanto antes ya que, más allá de la estética, puede ocasionar problemas de salud. Por suerte, el truco de las tizas es muy efectivo para acabar con la humedad en las paredes de casa. Ponerlo en práctica es lo más fácil del mundo, ya que simplemente tenemos que colocar varias tizas en una estantería.

Estas actúan como perfectas absorbentes de la humedad, así que con ellas el ambiente se vuelve mucho más seco y, en consecuencia, más limpio. Muchas veces, también se acumula humedad en el interior de armarios y cajones. Para evitar que la humedad se expanda por la ropa y las paredes, solo tenemos que colocar cuatro o cinco tizas en una malla e introducirla en el armario o cajón en cuestión.

¿Cómo eliminar la humedad de las paredes?

Es fundamental ventilar toda la casa a diario, incluso en invierno. En el caso de vivir en una zona muy húmeda, es conveniente contar un deshumidificador. Este pequeño electrodoméstico absorbe el exceso de humedad sin resecar el ambiente, así que resulta de gran ayuda.

Cabe recordar que el aire caliente es más húmedo que el frío. Por este motivo, no es recomendable subir demasiado la temperatura de la calefacción durante los meses de invierno. De lo contrario, se producirán condensaciones. La temperatura ideal durante el día debe ser de entre 19 y 21 grados y durante la noche de entre 15 y 17 grados.

Además del truco de las tizas, existen otras soluciones caseras que funcionan muy bien para acabar con las humedades en las paredes. El vinagre blanco es un gran aliado, y basta con rociarlo sobre las manchas de humedad y dejarlo actuar durante media hora. Una vez transcurrido el tiempo, frotamos la superficie, enjuagamos y dejamos secar. Hay que repetir el proceso durante varios días hasta que poco a poco la mancha vaya a menos.

El bicarbonato de sodio también ofrece unos resultados fantásticos. Es tan sencillo como espolvorearlo sobre la zona en la que haya salido la mancha de la humedad. Dejamos actuar durante todo el día y retiramos. Comprobaremos cómo ha absorbido la humedad.


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