El mejor truco para abrir sin esfuerzo conservas de cristal

Las conservas son un tipo de alimento que todos tenemos en casa porque nos sacan de cualquier apuro y, además, tiene una vida útil muy amplia. Muchas de estas conservas las compramos en tarros de cristal, como por ejemplo las aceitunas o el bonito del norte, así que es importante conocer el mejor truco para abrirlos. Es un truco de cocina tan sencillo como efectivo, para el que simplemente necesitamos un cuchillo.

El problema de que un tarro de cristal no se pueda abrir no tiene nada que ver con la fuerza con la que está cerrada la tapa. El motivo de que nos cueste abrirlo es el aire. En el interior del tarro cerrado al vacío, la presión es inferior a la del exterior, por lo que la tapa se encuentra sometida hacia una diferencia de presión, dirigida hacia el interior.

Una de las formas más habituales de abrir los tarros de las conservas es golpeando con suavidad una de las esquinas de la tapa contra una superficie dura, como la encimera de la cocina. De esta manera, conseguimos que el tarro se defirme y pierda el vacío. Después, simplemente tenemos que tratar de abrirlo desenroscando la tapa.

El problema es que, si no controlamos la fuerza con la que golpeamos la tapa, puede suceder que el tarro se rompa. Para evitar cualquier riesgo, lo mejor es poner en práctica el siguiente truco: introducir el cuchillo por debajo de la tapa, como si hiciéramos palanca. Así conseguiremos abrirlos en menos de un segundo.

¿Las conservas se han puesto malas?

Los tarros de cristal cuentan con una tapa de rosca hermética. Se han cerrado con un proceso de calor externo que provoca el vacío en el interior, haciendo prácticamente imposible que las bacterias penetren y contaminen el alimento. Por lo tanto, el primer aspecto que nos puede hacer sospechar que algo no va bien es que al desenroscar la tapa no oigamos el sonido típico de una ventosa cuando se separa de una superficie.

Las bacterias anaerobias viven en espacios sin oxígeno, así que es posible que un tarro de cristal haya sido colonizado por estos microorganismos, incluso estando la tapa perfectamente cerrada. Si esto ocurre, las bacterias anaerobias provocan una serie de reacciones químicas en el interior de los tarros de cristal. Al abrirlos, es posible que observemos burbujas en el contenido y, además, el contenido estalle hacia el exterior.


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