El mejor truco para quitar de una vez los pelos enredados en el desagüe de la ducha

Es algo muy común que la acumulación de los los pelos que perdemos en la ducha terminen atascando el desagüe con el paso del tiempo. Solucionar este problema no es tan sencillo como parece, ya que los pelos se quedan enredados en el tapón y quitarlos es una auténtica odisea. Por suerte, existe un truco muy fácil para quitar de una vez los pelos enredados en el desagüe de la ducha. ¡No nos llevará más de un minuto!

En primer lugar, debemos retirar los pelos superficiales, para lo cual es muy recomendable el uso de guantes. En función de la cantidad de pelos o de lo incrustados que estén, podemos ayudarnos de un cepillo de cerdas duras. ¿Y cómo quitamos los cabellos que están más al fondo del desagüe? En este caso, tenemos que recurrir a un destornillador o unas pinzas, lo que tengamos más a mano y nos resulte más cómodo utilizar.

Hasta aquí todo bien, ya que es lo que solemos hacer normalmente para quitar los pelos acumulados en el desagüe de la ducha. Pero hay un último paso que debemos hacer para que el sumidero quede bien limpio. Es tan sencillo como echar un litro de agua hirviendo con un poco de jabón para deshacer cualquier elemento que se haya quedado pegado a las paredes de las tuberías.

Cómo limpiar la ducha

Podemos aprovechar para limpiar la ducha y dejar esta zona del baño impecable. Comenzamos enjuagando las paredes y el suelo durante un par de minutos con agua caliente. El calor expande los poros del material y elimina la suciedad superficial para que la limpieza sea más sencilla.

En primer lugar, debemos limpiar el cabezal de la ducha. Aunque muchas veces lo obviamos, si no lo limpiamos cada cierto tiempo se irá acumulando sarro y suciedad en los orificios. Lo desmontamos y lo sumergimos en un recipiente con una solución de agua con vinagre durante un par de horas.

Si el cabezal no se puede desmontar, llenamos una bolsa de plástico con agua y vinagre y la fijamos al cabezal de la ducha. Dejamos a remojo dos horas, retiramos la bolsa, cepillamos los restos de sarro y suciedad y enjuagamos.

Y, por último, para limpiar las paredes, el suelo y la mampara, preparamos una mezcla casera de vinagre, agua y limón. Pulverizamos la mezcla, dejamos actuar unos minutos, limpiamos con una bayeta húmeda y secamos. ¡El baño quedará reluciente!


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