La pizza es uno de los alimentos más consumidos de todo el mundo, tanto por mayores como por pequeños. Sin embargo, no siempre nos la comemos toda, así que la ponemos en un plato y la guardamos para el día siguiente.
Cuando llega el momento de comerla, la calentamos un poco en el microondas, pero al sacarla nos damos cuenta de que no tiene nada que ver con cómo estaba recién hecha. ¿Qué es lo que hay que hacer?
Pues, tal y como explican los expertos, es tan sencillo como introducir en el microondas un vaso de agua junto a la porción de pizza. En sólo 30 segundos conseguimos que esté crujiente.
Por supuesto, no va a estar exactamente igual que recién hecho, pero sí mucho mejor que si no utilizamos el truco del agua. ¡Es fácil!
Otro truco si ha sobrado más de una porción y somos de bocado grande: tomar ambos trozos y cerrarlos entre sí, creando una especie de sándwich. Luego, sólo tenemos que calentarlo en la sandwichera, y el resultado es bastante bueno.
Por último, cabe señalar si la pizza es mala para la salud. Pues bien, sí y no. Lo ideal es preparar la pizza en casa, con ingredientes 100% naturales y de calidad. Incluso puedes preparar la base de la pizza con vegetales como la coliflor o la zanahoria. Luego, le añades calabacín, queso, champiñones y pimientos, y te queda una pizza saludable y deliciosa.
Si en un momento dado no tienes demasiado tiempo, estas son las mejores pizzas refrigeradas del supermercado según la OCU.
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