Agentes de la policía local en la playa de Platja d’Aro donde se produjo el accidente.Policía Local de Castell-Platja d’AroLa causa de la muerte del menor de 16 años vecino de Montagut i Oix (Garrotxa) que el pasado sábado estaba haciendo snorkel en la Platja Gran de Platja d’Aro (Girona) fue un shock anafiláctico provocado por la toxina desprendida por la picadura de un pez, según los primeros resultados de la autopsia. Los padres, en un comunicado hecho público este martes, atribuyen esta picadura a un pez araña Trachinus araneus, cosa que no han podido confirmar los investigadores de la Guardia Civil que llevan el caso porque la familia todavía no ha entregado la cámara con la que el menor filmaba el fondo marino cuando pereció.Los hechos tuvieron lugar sobre las tres y media cuando los padres alertaron a los socorristas de que hacía un rato que no veían a su hijo, que estaba haciendo snorkel. La Policía Local le buscó en lancha por el mar pero fueron unos bañistas los que le localizaron sobre las cuatro y cuarto. Le llevaron a la arena para intentar salvarle la vida sin éxito.La víctima presentaba una pequeña herida de entre 2 y 3 milímetros sangrante en la traquea, cerca de la nuez, y unas manchas en la cara que hicieron sospechar que no se trataba de un ahogamiento convencional. La autopsia realizada en el Instituto de Medicina Legal (IMLC) de Girona, a la espera de los resultados de las pruebas toxicológicas, que se han mandado a analizar al Instituto Nacional de Toxicología en Barcelona, apunta una muerte por shock anafiláctico debido a una toxina. Tampoco se descartaría que además le hubiera provocado un espasmo en la traquea que le dificultara respirar.En el comunicado, la familia explica que el menor hacía snorkel “cuando encontró una medusa a 100 metros de la playa que le llevó hasta un pez extraño y muy colorido y con cara de inofensivo, solo lo pudo filmar 30 segundos a distancia, en el último segundo desapareció y le hizo un pellizco mortal instantáneo en la mandíbula”. Los padres, que relatan lo que se ve en las imágenes de la cámara, aunque dicen no haberlas visto personalmente “por prescripción médica”, atribuyen esta picadura a un pez araña.Según fuentes consultadas, esta especie, que puede llegar a medir hasta 50 cm, vive semi-enterrada en fondos arenosos y solo deja al descubierto la primera de las aletas dorsales que posee, grande y de color negro. Está formada por seis o siete radios duros conectados a una glándula de veneno. Aunque normalmente está enterrada, podría ser que al ver la presencia del menor se sintiera amenazada, saliera del suelo hacía arriba con la espina dorsal levantada, a modo de defensa, y en su huida se la clavara al adolescente.Esta toxina, que normalmente causa sensación de ardor y intenso dolor, también puede ocasionar mareos, nauseas, pérdida de consciencia e incluso la muerte por shock anafiláctico. Según expertos consultados, la zona donde el menor sufrió la picadura podría haber sido determinante para el fatal desenlace.
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