El mensaje del mural feminista de Madrid

Mural feminista que representa a 15 mujeres relevantes y que la derecha pretendía retirar.
Mural feminista que representa a 15 mujeres relevantes y que la derecha pretendía retirar.GABRIEL BOUYS / AFP

La política está jalonada de símbolos capaces de grabar en la memoria colectiva el signo de los tiempos y, sobre todo, el espíritu de la misión que los gobernantes persiguen en cada etapa. En ese contexto, es interesante yuxtaponer la iniciativa de la Administración de Biden, que esta semana ha reactivado en Estados Unidos el plan para imprimir la imagen de la activista antiesclavista Harriet Tubman en un futuro billete —un plan ya existente que Trump paralizó—, y la iniciativa de PP, Ciudadanos y Vox en Madrid, que unieron sus votos la semana pasada en un distrito de la capital para eliminar un mural dedicado a mujeres destacadas de todo el mundo que los partidos aprobaron por unanimidad en mayo de 2018, cuando la ultraderecha no había irrumpido ni condicionaba la política municipal.

En aquella ocasión, tanto PP como Cs se sumaron a una iniciativa abierta a artistas y grafiteros por concurso, motivada por el rechazo a la violencia de género y dentro de un programa llamado Compartiendo muros que planteaba mejorar el paisaje urbano con participación vecinal. Los proyectos concursaron, los finalistas se publicaron y nadie se alarmó ante una pintada con rostros de mujeres que habían “roto barreras y superado retos” como Nina Simone, Rosa Parks, Rigoberta Menchú, Frida Kahlo, Chimamanda Ngozi y otras. Menos de tres años después, PP y Cs se han visto arrastrados, sin embargo, al bando contrario. Contrario a su propia postura.

En la retina guardamos cambios de régimen o victorias que llevaron a derribar estatuas de Lenin en el bloque soviético o de Sadam Husein en Irak. El afán de intervenir en el paisaje urbano, de destruir lo heredado y transformarlo para plasmar el cambio es consustancial a regímenes autoritarios que intentan demoler y borrar la etapa anterior o, en el caso inverso, a fuerzas demócratas que buscan frenar los homenajes a dictadores caídos.

En el caso de Madrid, el voto a favor de eliminar ese mural es solo un nuevo aviso de la oscuridad histórica creciente en la capital de España. La eliminación de los ministros Indalecio Prieto y Largo Caballero del callejero fue el precedente más grosero. De fondo, una guerra cultural iniciada con desgraciado éxito por Vox que avanza de la mano del PP, más preocupado por mantenerse en el poder con estas cesiones a la ultraderecha que por defender valores. Tras apoyar la lamentable iniciativa de Vox en la junta de distrito, Cs dio marcha atrás ayer en el pleno municipal. El PP, no. El plan de borrar a esas mujeres y sustituirlas por una imagen de deportistas “que no contenga mensajes políticos” ha naufragado. Pero todo ha quedado muy claro. El verdadero mensaje político, oscuro e inquietante, no son los retratos de esas mujeres: es pretender borrarlos.


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