Los efectos de la pandemia siguen muy presentes en el mercado laboral. El paro ha subido en junio, 5.107 nuevos desempleados, algo muy atípico en un mes tradicionalmente bueno para el empleo. La Seguridad Social, en cambio, ha ganado una media casi 70.000 afiliados, un buen dato aunque menos que en año anteriores, según los ministerios de Trabajo y Seguridad Social. Pero ambos datos, unidos a los 1,2 millones de trabajadores salidos de los ERTE, muestran que con el fin del confinamiento y la desescalada el mercado laboral se estabiliza…por ahora. Todos los pronósticos —públicos y privados— vaticinan que en la segunda mitad del año las cosas irán a peor: las previsiones situán la tasa de paro en el 20% o más a finales de año.Hace apenas un año los titulares hablaban de que la Seguridad Social había batido su récord de afiliación histórico. Hubo algún miembro del Gobierno que se apresuró a dar ya por superada la crisis anterior: se había vuelto a los niveles de cotizantes de 2007 (aunque el paro siguiera en torno al 15%). Pero 12 meses después el escenario es radicalmente distinto por la explosión de la pandemia y sus consecuencias sobre la economía.Junio ha acabado con casi 900.000 afiliados menos, en total 18,6 millones, un 4,6% menos que el año anterior. Sin embargo, este porcentaje es muy similar al de mayo y muestra la situación se está estabilizando.También apuntan en la misma línea que en mayo y junio el empleo haya repuntado. El mes pasado ha acabado con 68.208 nuevos afiliados más, la menor subida desde 2015, pero no muy alejada de lo sucedido el año pasado. Señala Funcas, en su comentario a los datos divulgados este jueves, que cuando se eliminan los efectos estacionales de las cifras brutas la afiliación también crece, en 30.000 empleos. “Mejor de lo esperado”, apostilla. Añade esta casa de análisis que ese dato podría ser mucho mejor si el último día del mes el número de cotizantes con empleo no hubiera caído en 161.500 personas.Habitualmente se toman las cifras medias de todo el mes para contar lo sucedido en la Seguridad Social, por ser el dato que mejor refleja a lo largo del periodo y no solo lo que ha pasado en un momento. Durante esta crisis y, especialmente al principio, se ha recurrido a los datos diarios porque la declaración del estado de alarma se produjo el 14 de marzo y, por tanto, sus consecuencias se desataron desde mediados de ese mes. Esto hace que si se toman estas cifras diarias se desluzca el resultado de junio, porque entre el primer y el último día del mes hay un retroceso en la afiliación de casi 100.000 empleos, provocado básicamente por el tradicional desplome del último día de mes (-161.500), algo que sucede en épocas de bonanza y de crisis.El secretario de Estado de la Seguridad Social, Israel Arroyo, achacó lo sucedido en el último día al funcionamiento “perverso” del mercado laboral y no a la situación provocada por la pandemia. De hecho, añadió que al día siguiente, 1 de julio, volvió a recuperarse la afiliación.<CW-21>El paro registrado, por su parte, también muestra cierta estabilización. La subida de 5.107 desempleados en junio es la primera en este mes desde 2008 y deja la cifra total en 3,86 millones. Sin embargo, es una subida mucho menor que las de marzo y junio, e, incluso, que mayo, cuando el repunte ya se había contenido.Evidentemente todas estas cifras están condicionadas por los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y las ayudas a los autónomos, que han amortiguado un desplome mucho mayor. A finales de abril y comienzos de mayo, los primeros llegaron a afectar a unos 3,7 millones de trabajadores y las segundas ayudaron a 1,4 millones de trabajadores por cuenta propia. Tanto unos como otros cuentan en la estadística de la Seguridad Social como trabajadores dados en alta con empleo.Los ERTE también muestran que una cierta mejora están llegando al mercado laboral conforme se ha salido del confinamiento y han cedido las restricciones a la actividad. En junio volvieron a sus puestos 1,2 millones de trabajadores y deja la cifra total a finales de mes en 1,9 millones.Este diagnóstico provisional puede cambiar cuando entrado este mismo mes se conozcan los datos de la encuesta de población activa (EPA), el mejor indicador del mercado laboral. Por su metodología, la EPA viene a recoger una media de lo que sucede a lo largo de trimestre y eso supone que buena parte de ella recogerán los peores momentos del confinamiento y sus consecuencias sobre el mercado de trabajo.La observación de los ERTE y de la afiliación muestra las características de cómo está evolucionando el mercado laboral en estos meses. La construcción ha sido el sector que más ha tirado del empleo con unos 44.000 nuevos afiliados y solo tiene en ERTE al 5% de trabajadores del sector. En cambio, la educación ha vuelto a demostrar que con coronavirus o sin él su comportamiento estacional no cambia: cuando llega el verano las plantillas se reducen en colegios y academias y eso se ha traducido en una reducción de unos 45.000 empleos en el sector.El cierto alivio de estos meses es, probablemente, provisional. Todas las previsiones divulgadas pronostican un intenso deterioro del mercado laboral en la segunda mitad del año, al apuntar una tasa de desempleo media en 2020 en torno al 20%. Teniendo en cuenta que ahora está en el 14%, esto implica cifras mucho más negativas más adelante.Información sobre el coronavirus- Aquí puede seguir la última hora sobre la evolución de la pandemia- Así evoluciona la curva del coronavirus en España y en cada autonomía- Buscador: La nueva normalidad por municipios- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus- Guía de actuación ante la enfermedad
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