Mañana miércoles 7 de septiembre finaliza el plazo para que los clubes femeninos inscriban a sus jugadoras de cara a la competición que arranca este fin de semana de la Nueva Liga Profesional Femenina. Así está recogido en las normas reguladoras de la competición que ayer mismo volvió a actualizar la RFEF y donde ya incluye también la posibilidad de inscribir hasta 9 jugadoras extracomunitarias, siete de las cuales pueden coincidir a la vez en el terreno de juego en esta primera temporada 2022-2023. La siguiente ventana de fichajes del fútbol femenino será desde el lunes 2 de enero hasta el 31 de enero del 2023. Unas fechas de inscripción que en el caso de los equipos que participan en Europa (Barcelona, Real Sociedad y Real Madrid) cuenta con dos fechas límites para inscribir a sus futbolistas en la Liga de Campeones. El 15 de septiembre es el límite para el club donostiarra y madridista que participan en esta ronda previa y el 13 de octubre para la disputa de la fase de grupos que arranca el 19 del mismo mes y donde ya está clasificado el Fútbol Club Barcelona. Real Sociedad y Real Madrid se juegan su pase en las próximas semanas.
No hay acuerdo tema coste arbitral entre RFEF y LPFF
Cinco días quedan para que arranque esta nueva liga y sigue sin haber acuerdo entre la Liga Profesional Femenina y la RFEF sobre el coste arbitral. Así quedó patente en la reunión mantenida en el día de ayer con la presencia además del CSD. Como explicamos ayer en Mundo Deportivo, la RFEF solicita 21.000 euros por partido (un total de cinco millones de euros por temporada). Cantidades que están muy lejos de lo que consideran los clubes de la competición.
El balón, el naming o el parche son más puntos de conflicto
Pero no es el único punto de conflicto entre ambas partes, y menos tras la publicación ayer por parte de la RFEF de una actualización de las Normas Reguladoras y Bases de Competición de la competición. Normas donde siguen incluyendo partidas que los clubes, en su nueva condición de liga profesional, consideran que el estamento federativo carece de competencias. Empezando por el balón de la competición. Las normas dice que “será de obligado cumplimiento que los encuentros se disputen con el balón oficial y específico de la RFEF”, marca deportiva (Adidas) que no es con la que ha firmado la LPFF que ha llegado a un acuerdo con Puma, la misma de la liga masculina.
Pero hay otras cuestiones donde las posturas no coinciden. Como la relativa a la inscripción en las competiciones y donde la RFEF exige unas cantidades a avalar para los clubes que hayan tenido una situación económica compleja estos últimos años. Condiciones que debe fijar la propia Liga, como ya sucede en la masculina.
Y otro de los puntos de discordia que debe resolverse de manera urgente tiene que ver con el naming de la competición o el parche que aparezca en las camisetas de los equipos. La RFEF dice textualmente en sus normas reguladoras que “tiene la titularidad única sobre los símbolos, marcas, otros signos distintivos del nombre oficial de la competición, del trofeo, balón..”. Algo que no coincide la LPFF en su condición de competición profesional y que considera que tiene la potestad para fijar el naming de la competición como sucede en la masculina. Algo que está actualmente negociando.
Pero además la RFEF entiende que en la camiseta debe aparecer el parche del estamento federativo además del propio de la competición profesional. Algo que no comparten desde los clubes que entienden que en la competición profesional sólo debe aparecer el logo de la liga profesional. Como ya sucede en el fútbol masculino. El logo federativo debe aparecer en las competiciones que organiza el estamento federativo como son la Copa de la Reina o la Supercopa.