Salida trampa la que tuvo que resolver el Milan en Génova ante la Sampdoria y que sacó adelante gracias a los goles de Messías al comienzo del partido y de Giroud al final. Los actuales campeones se colocan así colíderes junto al Nápoles y siguen siendo máximos aspirantes a revalidar el título de Liga.
Y es que como si hubiera prisa por resolver el partido, el Milan salió al césped con muchas ganas de comenzar a rubricar la victoria. Así, a los 6 minutos de partido, Messías adelantaba a los rossoneri con un disparo de primeras al borde del área que se colaba entre las piernas del guardameta local.
No contentos con ello, siguieron atacando y en el 21′, De Ketelaere hizo el 0-2 que finalmente no subió al marcador por una infracción previa de Giroud. A partir de ahí, el Milan aflojó las marchas que subió la Sampdoria hasta el descanso cuando estrelló un balón en el larguero.
A contracorriente
Ya en la segunda parte, el Milan se encontró pronto con problemas que no contaba. Y por partida doble. Primero la expulsión de Leao por segunda y justa amarilla y el gol del empate, obra de Djuricic con un cabezazo al primer palo que puso las tablas y la tensión al encuentro.
Hasta que llegó un penalti por mano de Gonzalo Villar que transformó Giroud y el Milan volvió a respirar tranquilo al ir por delante en el marcador. El delantero francés, muy activo durante el partido, fue el auténtico líder de los suyos y volvió a demostrar porque a sus 35 años sigue siendo un jugador de garantías.
Así pues, a lo que se dedicó el Milan después del 1-2 fue a conservar el valioso resultado. Algo en lo que Maignan tuvo mucho que ver con un buen repertorio de paradas. Así, una vez que el árbitro pitó el final, a respirar y mirarse bien arriba en lo más alto de la Serie A, donde están las mejores vistas.